China y Rusia vetaron este jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU una propuesta de resolución de Estados Unidos con nuevas sanciones a Corea del Norte por sus lanzamientos de misiles balísticos. Los 13 miembros restantes del Consejo de Seguridad votaron a favor del texto que preveía una reducción de las importaciones de petróleo crudo y refinado por Pyongyang.

Tras bambalinas, varios aliados de Washington lamentaron su insistencia en someter algo a votación sabiendo de antemano que China y Rusia interpondrían su veto. Pero para los estadounidenses, “es peor no hacer nada” y “dejar que sigan las pruebas” norcoreanas “sin reacción” que “el escenario de dos países bloqueando la resolución”, explicó un embajador que pidió el anonimato.

Los lanzamientos de misiles balísticos son “una amenaza para la paz y la seguridad para el conjunto de la comunidad internacional”, había dicho antes la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.

Para su homólogo chino, Zhang Jun, la actitud de Washington “aleja al Consejo del diálogo y la reconciliación”. Pekín tampoco “cree que nuevas sanciones ayuden a responder a la situación actual”.

Una resolución coercitiva de la ONU “no hará más que empeorar la situación”, dijo Zhang ante la prensa, y manifestó el desacuerdo “total” de Pekín con “todo intento de convertir (...) a Asia en un campo de batalla o crear enfrentamientos y tensiones”.

Tras insistir en que hay que “evitar toda provocación”, instó a Estados Unidos a que “reanude el diálogo con Corea del Norte”.

El embajador ruso en la ONU, Vassily Nebenzia, acusó a Estados Unidos de ignorar los llamados de Pyongyang a parar la “actividad hostil” y entablar el diálogo. “Parece que nuestros colegas estadounidenses y occidentales sufren el equivalente del bloqueo del escritor. Parecen no tener ninguna respuesta a las situaciones de crisis más que introducir nuevas sanciones”, declaró.

Pyongyang aceleró los ensayos

El proyecto de resolución estadounidense contemplaba prohibir las exportaciones norcoreanas de combustibles minerales, relojes, y toda venta o transferencia a Pyongyang de tabaco. El texto también pretendía recrudecer la lucha contra las ciberactividades de Pyongyang.

Tras el rechazo de este proyecto y la división sobre el dosier norcoreano, el Consejo de Seguridad podrá tener dificultades para hacer aplicar las sanciones contra Pyongyang impuestas en 2017, temen algunos diplomáticos.

El Consejo mostró entonces unidad al adoptar en tres ocasiones sanciones económicas contra Corea del Norte afectando al petróleo, el carbón, el hierro, la pesca y los textiles, en castigo a las pruebas nucleares y de misiles balísticos. Aunque Pyongyang ha desarrollado su armamento balístico y dispone de varias bombas atómicas, todavía no ha logrado, según diplomáticos, asociar las dos tecnologías para disponer de un misil con cabeza nuclear.

Esta semana, Corea del Norte realizó nuevos lanzamientos, entre ellos, quizá, su mayor misil balístico intercontinental, poco después de la visita a Asia del presidente estadounidense Joe Biden.

Washington y Seúl también han advertido que Pyongyang podría realizar en breve su séptimo ensayo nuclear, el primero en cinco años. En los últimos meses, el régimen norcoreano aceleró sus ensayos de misiles, culpando de ello a la actitud “hostil” de Estados Unidos. En marzo, probaron por primera vez desde 2017 un misil balístico intercontinental.

Washington ha dejado claro su disposición a hablar con Corea del Norte tras el fracaso de la cumbre en 2019 entre el mandatario norcoreano Kim Jong Un y el entonces presidente Donald Trump, pero hasta ahora, el régimen norcoreano ha ignorado todas las ofertas de diálogo de Washington.

Con información AFP.