Desde el inicio del mundo, hasta una posible extinción de la humanidad, son preguntas que han estudiado e investigado cientos de científicos a lo largo de la historia. Recientemente, un paleontólogo británico publicó un artículo poniendo un límite de caducidad a los humanos, tras analizar los comportamientos de esta especie.

En una columna de opinión del medio Scientific American, Henry Gee, quien además de paleontólogo es biólogo evolutivo y editor de Nature, explicó que el fin de la humanidad no sería por los cambios climáticos en el medioambiente, como muchos actualmente piensan, sino que tendría su origen en varios motivos, entre ellos una guerra nuclear por conflictos entre hombres.

Comenzó recordando la canción del Tom Lehrer llamada So Long Mom, una canción para la Tercera Guerra Mundial, en la que el músico expresaría: “Si va a haber alguna canción que salga de la Tercera Guerra Mundial, será mejor que comencemos a escribirla ahora”, haciendo referencia a que los conflictos entre seres humanos estaría provocando, tarde o temprano, otra guerra que terminaría en un cataclismo.

Con respecto a otras preocupaciones que otros científicos han expresado a lo largo de la historia, como la sobrepoblación, pandemias o cambio climático, Gee afirmó que estas no serían necesariamente las causas del fin de los humanos, ya que se habría encontrado la forma de convivir y combatir estas situaciones.

“Medio siglo después, la amenaza de la aniquilación nuclear ha perdido su inminencia. En cuanto a la superpoblación, más del doble de personas viven en la Tierra ahora que en 1968, y lo hacen (en términos muy amplios) con mayor comodidad y riqueza de lo que nadie sospechaba... En algunos países, la población pronto será la mitad del valor actual. La gente ahora se está preocupando por la subpoblación”, afirmó el paleontólogo, y más adelante acotó, “la contaminación, un subproducto de la degradación humana del medioambiente, es un posible factor”.

Desde su punto de vista, otra preocupación es la “variación genética”, ya que según dice, para la supervivencia de una especie, es importante que sus genes muten para adaptarse al medio. Al respecto del tiempo que “normalmente” vive o perdura una especie en el planeta, agregó que el hombre estaría en peligro y podría durar menos de lo tradicional.

“Las diferentes especies de mamíferos no suelen existir de forma constante por más de un millón de años. Y en el caso del ‘Homo sapiens’ parece que no serán más de 400.000 años de existencia”, recalcó el científico en su artículo.

Y continuó recordando que en la actualidad, hay una importante preocupación por la disminución de la calidad del “esperma”, que se ha venido contabilizando en los estudios científicos. “En las últimas décadas, la calidad del esperma humano ha disminuido enormemente, lo que posiblemente conduzca a tasas de natalidad más bajas, por razones de las que nadie está realmente seguro”, explicó Gee, en medio de su argumentación sobre la causas que llevarían a la humanidad a extinguirse.

Más adelante, este paleontólogo recordó que la humanidad solía estar dispersa en la Tierra y que el estar frecuentemente en contacto con otras personas provocaría un estrés que acabaría con los humanos.

“Otro podría ser el estrés, que, sugiero, podría desencadenarse al vivir cerca de otras personas durante un largo período. Durante la mayor parte de la evolución humana, la gente cabalgó en la Tierra, viviendo en bandas dispersas. El hábito de vivir en ciudades, prácticamente una encima de la otra (literalmente, en un bloque de apartamentos) es un hábito muy reciente”, acotó Gee, como parte de su investigación.