Si hay algo que caracteriza a Nueva York, la capital del mundo, es el gran número de rascacielos que se han construido sobre su superficie, uno de los atractivos de esta ciudad estadounidense que también tiene una alta densidad de población.
Pese a esto, las majestuosas construcciones, algunas de ellas levantadas desde el siglo XIX, hoy podrían ser una de las principales amenazas de la ciudad, pues un estudio publicado en Earth´s Future señala que la gran cantidad de edificios que hoy se posan sobre la gran manzana pueden traer catastróficas consecuencias para la ciudad.
El estudio fue realizado por Tom Parsosn y un grupo de colegas del Servicio Geológico de EE. UU. y en él lograron identificar cuánto pesan los edificios que hoy en día existen en la capital del mundo y las consecuencias de la presión que ejercen, con un posible hundimiento de la metrópoli.
Según determinaron, Nueva York se está hundiendo a un ritmo de entre uno y 2 milímetros por año; sin embargo, hay zonas donde esta distancia es mayor, lo que podría provocar, en el futuro, inundaciones supremamente graves para la ciudad.
“Parte de esa deformación es coherente con la consolidación interna del relleno artificial y otros sedimentos blandos que pueden verse exacerbados por las cargas de construcción recientes, aunque existen muchas causas posibles”, lo que coincide con otros dos factores que advirtieron los investigadores y es que el nivel del mar viene en aumento y la alta densidad poblacional de Nueva York.
Según pudieron calcular, después de analizar más de un millón de edificios distribuidos por la ciudad, el peso total de estas construcciones equivale a 764.000 millones de kilos, lo que equivale a 140 millones de elefantes.
Todo este peso, indica el estudio, está distribuido a lo largo de 778,2 kilómetros cuadrados; sin embargo, dentro de los cálculos no se contabilizó el peso de los andenes, puentes, carreteras o vías férreas.
“El objetivo es crear conciencia de que cada edificio de gran altura adicional que se construya en entornos costeros, fluviales o lacustres podría contribuir al riesgo de inundaciones en el futuro”, indica el estudio, el cual también invita a las autoridades de la Gran Manzana a tener planes de mitigación para evitar que se siga dando este fenómeno.
El análisis hecho por los expertos concluye que el riesgo de inundaciones que se posa sobre Nueva York es bastante elevado al combinarse la densidad poblacional con el incremento en el nivel del mar.
“La combinación de la densificación de la construcción y el aumento del nivel del mar implican un incremento del peligro de inundación. (...) La ciudad afronta a un riesgo de inundación cada vez mayor por la subida del mar, hundimiento y el aumento de la intensidad de las tormentas por causas naturales y antropogénicas”, señala la investigación.
Pero esta advertencia no es la primera, pues en 2017 un estudio realizado por NOAA ya había lanzado una advertencia por este fenómeno y señaló que entre 2054 y 2079 los elevados niveles del mar podrían provocar 165 inundaciones en Nueva York; así mismo, indican que estos episodios podrían ser mucho más agresivos y frecuentes en esta parte del siglo.
Habrá que esperar si las autoridades de la Gran Manzana decide tener en cuenta este estudio y toma cartas en el asunto para regular la construcción de edificios, pues aunque uno más parezca inofensivo, la construcción en masa en esta ciudad de casi 9 millones de habitantes, podría tener consecuencias catastróficas en un futuro no muy lejano pro cuenta de las inundaciones que podría sufrir debido al hundimiento que está experimentando la capital del mundo,