Uno de los efectos inesperados e impredecibles de la invasión rusa a Ucrania ha sido el auge del turismo desde Rusia, pero no cualquier turismo, sino el llamado turismo de maternidad, gracias al cual cientos de mujeres rusas embarazadas viajan a Argentina desde hace unos meses para que sus bebés nazcan en ese país.

De acuerdo con el diario británico The Guardian, en algunos lugares son tantas las mujeres rusas que coinciden en Argentina que se reconocen por el acento, que les suena familiar, estando en la clínica donde tendrán a sus bebés.

Motivos

El aislamiento que ha significado para Rusia el haber sido parte del conflicto con Ucrania como país invasor ha causado que muchos rusos salgan rumbo a países en donde no tengan restricciones de visa.

Argentina se convirtió en uno de esos destinos a los que acuden las familias que buscan brindarles a sus hijos los privilegios de una segunda ciudadanía, como la argentina, que puede abrir muchas puertas a una persona, considerando las pocas restricciones que tienen para viajar y residir en otras naciones.

Adicionalmente, para los padres de los bebés que nacen en Argentina automáticamente reciben la ciudadanía.

Por su parte, Georgy Polin, jefe del departamento consular de la Embajada de Rusia en Argentina, calculó entre 2.000 y 2.500 la cantidad de mujeres rusas que se mudaron a Argentina en 2022, muchas de ellas son mujeres embarazadas que planeaban dar a luz en el país.

De acuerdo con Polin, es un número que puede ascender. “El próximo año, ese número puede crecer a 10,000″ dijo a The Guardian.

Los rusos no necesitan visa para Argentina, pero sí un permiso para extender la estadía más de 90 días; sin embargo, el trámite es bastante fácil, al igual que el permiso de residencia.

Puertas cerradas para los rusos

Antes de la invasión a Ucrania, los rusos podían viajar sin visa a más de 80 países, una situación que cambió después del inicio del conflicto, pues varios países, especialmente en Europa, han limitado la entrada de ciudadanos rusos.

La Unión Europea tenía un acuerdo de viajes con Rusia desde el 2007, que se vio completamente alterado después del inicio de la guerra.

“Un país como Rusia, que libra una guerra de agresión, no debería calificar para la facilitación de visas mientras continúe llevando a cabo su política exterior destructiva y agresión militar hacia Ucrania, demostrando un total desprecio por el orden internacional basado en reglas”, dice la justificación de la suspensión del acuerdo de viajes de la Unión Europea, en el que se explica la medida contra los ciudadanos rusos.

“Los ciudadanos rusos ya no disfrutarán de un acceso privilegiado a la UE (Unión Europea) y se enfrentarán a un proceso de solicitud de visado más largo, costoso y difícil”, explica el comunicado.

Cada estado miembro aplica de manera discrecional una medida distinta respecto a la entrada de ciudadanos rusos, igualmente la Unión Europea ha presentado una propuesta para que no sean reconocidos los pasaportes, expedidos en áreas ocupadas de Ucrania, que han sido tomadas por Rusia de manera irregular.

Casos

Polina Cherepovitskaya y su esposo abandonaron Rusia tan pronto inició la invasión, en vista de la cantidad de puertas que se estaban cerrando para los ciudadanos rusos.

“Descubrí que estaba embarazada poco después de que comenzara la guerra en Ucrania”, dice Cherepovitskaya. “Cuando vimos que las fronteras comenzaron a cerrarse rápidamente a nuestro alrededor, supimos que teníamos que encontrar un lugar al que pudiéramos viajar fácilmente. Un pasaporte argentino le abrirá muchas puertas a mi hijo”, dice con tranquilidad la mujer a The Guardian, quien ya dio a luz.

La pareja planea quedarse a vivir en Buenos Aires, capital de Argentina, y solicitar la ciudadanía.