El gobierno cubano ha confirmado en las últimas horas que cinco de sus altos generales han fallecido durante los más recientes días, sin explicar las causas de los fallecimientos.
De acuerdo con el New York Post, la última muerte fue la del general de brigada Armando Choy Rodríguez, de 87 años, cuyo fallecimiento fue anunciado por la Universidad Central Marta Abreu en Twitter. Rodríguez fue el fundador del “Movimiento 26 de Julio” en Las Villas.
El pasado lunes falleció Manuel Eduardo Lastres Pacheco, un exgeneral que sirvió bajo el mando del argentino Ernesto “Che” Guevara durante la revolución de fines de la década de 1950, confirmaron los medios cubanos. Pacheco luego se desempeñó como comandante del Ejército Oriental de Cuba.
El sábado pasado murió el general Rubén Martínez Puente, de 79 años, quien estaba en la reserva del ejército de Cuba y fue una figura controvertida en el ejército.
Puente fue el general que dio la orden de derribar un avión civil del grupo de exiliados cubanos “Hermanos al Rescate” en 1996, lo que llevó las tensiones con Estados Unidos a un punto álgido.
El pasado 20 de julio murió Marcelo Verdecia Perdomo, un general de brigada de la Reserva del Ejército y ex guardaespaldas de Fidel Castro.
Finalmente, Agustín Peña Porres, ex comandante del Ejército Occidental y miembro del Comité Central Comunista de Cuba, falleció el 17 de julio.
Según el medio de noticias con sede en Florida “Periódico Cubano”, las muertes siguen a las del general de brigada Ivan Duponte Cabrales en mayo a la edad de 77 años.
El gobierno del presidente Miguel Díaz- Canel no ha confirmado si las muertes de los altos funcionarios militares están relacionadas con la covid-19. Sin embargo, es de mencionar que Cuba vive un pico de casos y muertes por coronavirus desde hace varias semanas.
A la fecha, Cuba ha tenido más de 340.000 casos de coronavirus y 2.417 muertes desde el brote del virus mortal en marzo del 2020.
Continúan las protestas
Los cubanos exiliados en todo el mundo continúan protestando para que se acabe el régimen en la isla y haya un gobierno que garantice mejores condiciones sociales y económicas.
El pasado fin de semana, centenares de manifestantes cubanoamericanos se reunieron a las afueras de la Casa Blanca en Washington para presionar al presidente Joe Biden a que tome acciones más severas contra el régimen cubano.
“Tengo 27 años y nunca pensé que viviría para ver algo como esto”, dijo al Daily Mail, Alex Pérez, un residente de Florida que llegó a los Estados Unidos desde Cuba hace siete años.
El grupo de manifestantes llevó velas blancas para conmemorar el Movimiento 26 de julio, una fiesta nacional cubana que conmemora el ataque de 1953 cuando Fidel Castro encabezó su primer intento de derrocar al entonces dictador cubano Fulgencio Batista.
Las manifestaciones de cubanos en Estados Unidos y otras partes del mundo se han venido presentando con frecuencia desde el inicio de las protestas en la isla a inicios de este mes en contra del gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel y del régimen cubano que lleva décadas en el poder.
Se espera que miles de manifestantes más lleguen a la capital de Estados Unidos esta semana según María Fundora, quien lidera un grupo con sede en Texas llamado Cuba Libre que brinda asistencia legal a los cubanos que solicitan asilo.
Por su parte, Cuba acusó al gobierno de Joe Biden de estar detrás de una supuesta agresión en contra de su embajada en París, Francia. Según La Habana, la embajada fue víctima de un ataque “terrorista” con cócteles molotov. Las autoridades francesas confirmaron que dos artefactos incendiarios fueron arrojados contra el edificio localizado en el distrito 15 de París, y que este sufrió daños menores.
“Responsabilizo al gobierno de EE. UU. por sus continuas campañas contra nuestro país que alientan estas conductas y por llamados a la violencia, con impunidad, desde su territorio”, dijo en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.