Por: Arturo Wallace, BBC MundoEl llamado "plebiscito por la paz" que tendrá lugar este 2 de octubre en Colombia ya tiene garantizado un lugar en la historia.Después de todo, no todos los días se les da a los ciudadanos la oportunidad de ponerle el punto final con su voto a un levantamiento armado de más de 52 años, el más antiguo de todo el continente.Los colombianos están llamados a aceptar o rechazar el acuerdo suscrito a inicios de la semana por su gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), protagonistas clave de un conflicto que ha dejado millones de desplazados y más de 220.000 muertos.Y aunque un plebiscito no era el mecanismo preferido por el grupo guerrillero para refrendar los acuerdos, con el voto del domingo Colombia parece confirmar que en América Latina es cada vez más difícil no recurrir a algún tipo de consulta popular para tratar de legitimar decisiones importantes o polémicas.Efectivamente, como destaca Yanina Welp, directora para América Latina del Centro de Estudios para la Democracia Directa de la Universidad de Zúrich, en los 80 años que van de 1900 a 1980, únicamente se celebraron 38 referendos en el continente (contabilizados por temas).Pero, desde entonces a la fecha, las consultas populares de este tipo ya han superado el centenar.Y solamente cinco países de la región jamás han activado este mecanismo de la democracia directa: República Dominicana, Nicaragua, Honduras, El Salvador y México.¿Cuáles son, sin embargo, las consultas más importantes en la historia reciente de América Latina?Con la ayuda de Welp -y sin entrar a diferenciar entre referendos, plebiscitos y consultas populares, no siempre definidos correctamente ni de la misma manera por los marcos normativos de la región- BBC Mundo identificó algunos de los ejemplos más significativos de la era reciente. Uruguay 1980: el "no" que allanó el regreso de la democraciaEl llamado plebiscito constitucional de Uruguay de 1980 tuvo lugar el 30 de noviembre de ese año, en pleno régimen cívico-militar, y es considerado por Welp como un ejemplo típico de los referendos convocados por gobiernos autoritarios para tratar de legitimarse en el poder.La mayoría de los uruguayos -un 57,20% de los votantes- le dijo sin embargo No al proyecto de reforma constitucional sometido a refrendación por el gobierno de facto.Y, según historiadores y analistas, ese voto desencadenó el proceso de apertura democrática que llevó a la celebración de elecciones libres en 1984 y culminó con la llegada a la presidencia, en marzo de 1985, de Julio María Sanguinetti.Desde entonces, los uruguayos no han dudado en volver a someter a consulta numerosos asuntos e iniciativas de ley, convirtiendo a la nación sudamericana en el país de la región que más aplica estos instrumentos.De hecho, de las 13 consultas originadas por iniciativa popular que se han celebrado en América Latina hasta el día de hoy, 10 han tenido lugar en Uruguay, que también lidera a la región en ese aspecto.(El resto, la gran mayoría, han sido convocadas ya sea por iniciativa de las autoridades o porque la ley lo ordena).En ese sentido, Welp también destaca como particularmente significativo el referéndum sobre la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, celebrado en 1989 a iniciativa de un grupo de familiares de víctimas del régimen cívico-militar, el primero nacido "desde abajo".Aunque el intento de revocar la ley, que impide llevar a la justicia los delitos políticos cometidos por las fuerzas de seguridad durante el gobierno de facto, fracasó tanto en esa oportunidad como en un nuevo intento realizado en 2009. Chile 1988: el día que los chilenos le dijeron No a PinochetChile tiene el honor de haber sido el primer país de la región en celebrar una consulta popular: el plebiscito del 15 de noviembre de 1817 convocado por el general Bernardo O‘Higgins para legitimar el proceso de independencia de España que se formalizaría a inicios del año siguiente.Pero mucho más conocido es el llamado Plebiscito Nacional del 5 de octubre de 1988 que marcó el inicio del fin del gobierno de facto del general Augusto Pinochet, quien había llegado al gobierno mediante un golpe de estado 15 años antes.La necesidad de una consulta había sido establecida por la Constitución Política de 1980, aprobada ese año mediante una consulta popular convocada por el mismo Pinochet con el propósito de legitimarse.Pero después de una tensa campaña, el 54,71% de los chilenos le dijo No a su continuidad como jefe de gobierno por un nuevo período de ocho años que lo habría mantenido en el palacio de La Moneda hasta el 11 de marzo de 1997.Años después, el entonces jefe de la Fuerza Aérea, general Fernando Matthei, contaría que Pinochet había pensado en pedir facultades especiales para desconocer los resultados, pero no consiguió el apoyo del resto de la Junta de Gobierno.El resto, ya es historia: se convocó a nuevas elecciones y el 11 de marzo de 1990 Patricio Aylwin asumió la presidencia de Chile para certificar así el regreso de la democracia.  Venezuela 1999: el acta de nacimiento de la Venezuela bolivarianaDos referendos constitucionales se celebraron en Venezuela en 1999 por iniciativa del presidente Hugo Chávez a inicios de su primer mandato: uno para validar la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y otro para aprobar la Constitución "bolivariana" que surgió de ese proceso.Y para Welp, el primero es un excelente ejemplo del uso de la consulta popular para tratar de superar bloqueos institucionales, pues a la llegada de Chávez al poder la constituyente no estaba contemplada en la legislación venezolana y el mandatario tampoco contaba con la mayoría parlamentaria que demandaba su agenda de cambio."El primer referendo de 1999 le permitió a Chávez superar los obstáculos al proceso de cambio que quería implementar", le dijo a BBC Mundo Welp, coautora de un artículo sobre las razones detrás del uso de este tipo de mecanismos que aparecerá en el libro "Democracia directa en el siglo XXI" (Let the people rule? Direct democracy in the twenty-first century), previsto a publicarse el mes que viene.Y después de conseguir que más del 87% de los votantes que acudieron a las urnas el 25 de abril aprobara la convocatoria de la Constituyente, el 15 de diciembre un 71,78% aprobó también el texto constitucional propuesto por Chávez.La "Revolución Bolivariana" empezaba así su marcha.El carismático mandatario venezolano, sin embargo, no ha sido el único que ha recurrido a la consulta popular para tratar de superar obstáculos políticos e institucionales en el continente.El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, hizo exactamente lo mismo en 2007, cuando un 81,72% de los electores se pronunció a favor de su convocatoria a una Asamblea Constituyente.Y, en cierta forma, lo mismo había hecho el gobierno colombiano en 1990, cuando por iniciativa de un grupo de estudiantes decidió incluir en las elecciones generales del 11 marzo una "séptima papeleta" para validar la convocatoria de su propia Constituyente.El voto fue exclusivamente simbólico, pues no fue reconocido por el organismo electoral. Sin embargo, resultó decisivo para la materialización de la idea.Bolivia 2004: la "Guerra del gas" que derrocó a Sánchez de LozadaEl 18 de julio de 2004, en un país todavía sacudido por la llamada "Guerra del gas" que en octubre del año anterior había forzado la salida del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, los bolivianos fueron convocados a las urnas para responder cinco preguntas.La primera: ¿Está usted de acuerdo con la abrogación de la Ley de Hidrocarburos No. 1689 promulgada por el Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada?Los bolivianos respondieron que Sí a esa y las otras preguntas, formuladas por el gobierno del vicepresidente Carlos Mesa en un intento por tranquilizar las aguas.Y según Welp, la consulta no sólo logró estabilizar provisoriamente al gobierno de Mesa, también sentó un precedente en el uso de la consulta popular para resolver conflictos políticos y sociales en la región latinoamericana.Algo similar harían también los referendos de mandato celebrados en Venezuela el 15 de agosto de 2004 y en Bolivia el 10 de agosto de 2008.En ambos casos, destaca Welp, la convocatoria al voto popular ofreció una salida institucional a dos situaciones de polarización extrema.Los intentos de revocar a los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales, sin embargo, fracasaron. Y las consultas los dotaron de nuevos bríos para seguir impulsando sus agendas de gobierno.En una vena parecida, el referendo sobre el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica, convocado por el gobierno de Costa Rica para el 7 de octubre de 2007, también es un buen ejemplo del uso de la consulta popular para dirimir situaciones de amplia movilización y desacuerdo.En esa oportunidad, una pequeña mayoría de costarricenses garantizó la aprobación del CAFTA, como se conocía popularmente al tratado por sus siglas en inglés (51,22% a 48,12%).Mucho más clara, por su parte, fue la victoria del "sí" (76,86% de los votos) en el referendo sobre la ampliación del Canal de Panamá celebrado por ese país centroamericano un año antes, el 22 de octubre de 2006. Venezuela 2007: la primera derrota del chavismo en las urnas

Hay dos razones por las que el referendo constitucional celebrado el 2 de diciembre de 2007 en Venezuela es histórico y la más evidente es que representó la primera -y única- derrota de Hugo Chávez en las urnas.Pero, para efectos del análisis de Welp, más significativo aún es que se trató de un referendo convocado no por iniciativa del mandatario, sino porque la ley así lo disponía, lo que también ocurrió con el referendo constitucional de Bolivia del 21 de febrero de este año que bloqueó una nueva posible reelección de Evo Morales."En ambos casos los presidentes tenían mayoría en el parlamento, pero su Constitución los obligaba consultar con el pueblo las reformas constitucionales que querían implementar", explicó Welp.Y en ambos casos el pueblo dijo No, aunque Chávez lograría hacer aprobar los elementos más significativos de su propuesta -en particular el levantamiento de las barreras a la reelección indefinida- en una nueva consulta, celebrada el 15 de febrero de 2009.Por lo demás, Venezuela también es hoy el escenario de una pugna que podría resultar en la celebración de la próxima consulta con profundas connotaciones para la historia del continente: el referendo revocatorio que la oposición impulsa en contra del actual presidente, Nicolás Maduro.En medio de protestas y mucha tensión, la primera fase de recolección de firmas ya fue superada y la segunda fase, en la que se tienen que recoger adhesiones equivalentes a al menos el 20% del padrón electoral, tendrá lugar los días 26, 27 y 28 de octubre.Y el Consejo Nacional Electoral dijo que, de producirse, el referendo tendría lugar durante el primer trimestre de 2017, lo que no obligaría a convocar a nuevas elecciones en caso de derrota del gobierno.La oposición, sin embargo, todavía no se da por vencida e insiste en que el revocatorio debe tener lugar este año, lo que obligaría a convocar a los comicios.Y eso le daría una oportunidad para tratar de poner fin a casi dos décadas de chavismo, 17 años después de que aquella otra consulta histórica para la región con la que empezó su marcha la Revolución Bolivariana.