A pesar de los grandes cambios que ha habido para interactuar con miembros de la sociedad, como han sido las redes sociales, videollamadas, chats, entre otros, aún existen personas que se aventuran a tener un primer contacto de manera física.
La pandemia por Covid-19 reforzó en gran medida la virtualidad que se venía dando antes de 2020 por lo que la población ha decidido, paulatinamente, optar por citas virtuales o encuentros por medio de las pantallas, que socializar en ‘la vida real’.
Aunque existen varias sociedades, en donde la virtualidad está más presente que la presencialidad, hay lugares en donde aún persiste la idea de la ‘realidad física’ como modo inicial para tener un encuentro y que este se convierta el inicio de una relación, y en el futuro, de una familia.
El oficio de las casamenteras son muy populares en oriente, por ejemplo en China, donde un hombre bajo el nombre de Liu, utilizó este servicio para conseguir una cita; dando resultado, la mujer encontró a una posible pareja para el hombre, llamada Zhang.
Liu se encontraba ansioso de finalmente tener una cita con una potencial mujer interesada en él, por lo que dio el primer paso y la invitó a una cita a ciegas, la cual Zhang aceptó.
Llegando el día del encuentro, Liu llegó antes al sitio de la cita para dar su mejor impresión, aunque el impresionado fue él, ya que Zhang llevó a su cita a toda su familia, 23 personas en total.
A pesar de la sorpresa de la mujer hacia Liu, la cita siguió sin contratiempos, aunque tuvieron que destinar más mesas debido a que la reserva solo estaba estipulada para dos personas.
Al pasar la cita, Zhang y Liu pudieron conocerse y entablar una conversación, de acuerdo a los testigos del lugar. No obstante, el momento que cambió todo estaba por llegar.
La cuenta había llegado a la mesa. Liu, al darse cuenta del precio que rondaba los 20 mil yuanes, más de 2800 dólares, tomó la decisión de pagar solamente 4000 yuanes, equivalentes a 562 dólares, y que la familia de Zhang pagara la suma restante ya que, según el local, los miembros de la familia de la mujer habían pedido bastantes cigarrillos y bebidas alcohólicas costosas.
La mujer pagó la cifra restante, sin embargo, al parecerle despreciable la actitud del hombre, lo demandó formalmente antes las autoridades correspondientes chinas para obligar a Liu a pagar todos los 20 mil yuanes que marcó la cuenta.
Para sorpresa de la mujer, la corte falló a favor del demandado, explicando que el hombre no tenía la obligación de pagar por todo lo consumido en la cita, solamente lo pedido por él y la mujer, lo cual sumaba 1400 yuanes, o unos 197 dólares. El hombre al haber pagado más de lo debido, quedó sin deudas ante la justicia china.
El caso fue foco de comentarios en toda la nación asiática, en donde la mayoría de internautas le dieron la razón a Liu, ya que se entiende que una cita a ciegas es solamente de dos personas, y no de 25, como la sucedida entre Liu, Zhang y su familia.
El debate en redes también se dirigió hacia la correcta manera de invitar a una persona y a fijar límites para que este tipo de situaciones no se presenten.
Los expertos legales que tomaron la decisión sobre la denuncia de Zhang comentaron que 23 personas exceden los límites generales que se dan en este tipo de situaciones, ya que el máximo permitido culturalmente es de seis personas, los padres del hombre, los de la mujer y la pareja, para que una demanda de este tipo, prospere.