El Congreso de Ciudad de México puso al debate una norma que podría prohibir las corridas de toros en la capital de uno de los países con mayor tradición taurina en el mundo.

La prohibición ya había sido aprobada este martes (7 de diciembre) en la Comisión de Bienestar Animal del Legislativo capitalino de México, pero el titular de dicho grupo, el diputado Jesús Sesma, decidió suspender su debate en el pleno hasta discutir la iniciativa con las partes afectadas.

Para ello se organizará una serie de reuniones con el gremio taurino y las personas que dependen de dicha actividad para buscar soluciones al impacto económico que recibirán, dijo Sesma, del Partido Verde Ecologista, según un comunicado del Congreso.

“Somos sensibles de la situación económica, pero también somos sensibles de lo que queremos: evolución en nuestra Ciudad de México, que es evitar cualquier tipo de maltrato que conlleve la muerte de algún ser vivo no humano”, añadió Sesma, citado en el documento.

La reforma modifica la Ley de Protección Animal de Ciudad de México a fin de establecer multas de entre 2,46 y 4,92 millones de pesos (116.900 y 233.000 dólares) a quienes celebren corridas de toros.

Hasta antes de la modificación, dichos eventos, al igual que las peleas de gallos, se han mantenido exceptuados de normas que prohíben expresamente matar animales prolongando su agonía o sufrimiento, mutilarlos o azuzarlos para que se ataquen entre ellos.

La tradición taurina en México se remonta a la época de la conquista española en el siglo XVI, con registro de la primera corrida de toros en la capital en 1529.

La urbe es sede, además, de la plaza de toros México, inaugurada en 1946, y con capacidad para 42.000 personas, siendo la más grande del mundo.

Esta noticia se une a la más reciente que sucedió en Francia, en la que el país europeo decidió prohibir la venta de las crías de perros y gatos.

Francia aprobó una propuesta de ley para “luchar contra el maltrato animal”, que prohíbe la venta de crías de perros y gatos en las tiendas de animales y la presencia progresiva de animales salvajes en circos.

Los animales de compañía no son “ni juguetes, ni bienes, ni productos de consumo”, según el ministro de Agricultura, Julien Denormandie, que en Twitter celebró “un importante avance” en la lucha contra el abandono de estos animales.

Un francés de cada dos posee un animal de compañía, pero cada año se abandonan unos 100.000. La propuesta aprobada por el Senado, tras el visto bueno del Parlamento, endurece así las penas por maltrato o abandono.

El hecho de matar voluntariamente un animal de compañía pasará a estar considerado un delito y no una simple infracción. Los condenados por malos tratos deberán asistir a un curso de sensibilización.

Para evitar las compras impulsivas, los futuros dueños de los animales deberán obtener un “certificado de compromiso y de conocimiento”.

La venta de crías de perros y gatos en tiendas de animales estará prohibida a partir del 1.° de enero de 2024. Estos ya no podrán exponerse en los escaparates y su venta en línea estará mejor regulada.

El principal escollo del texto, negociado casi un año entre las dos cámaras, era el porvenir de los mil animales salvajes presentes en los 120 circos itinerantes, que ya no podrán exhibirlos dentro de dos años ni poseerlos dentro de siete.

En el caso de los delfinarios en Francia, que cuentan con 21 delfines y 4 orcas, ya no podrán poseer estos cetáceos en el plazo de cinco años.

“Se trata de una ley arbitraria, ya que no hay maltrato animal en nuestros circos”, afirmó a la AFP William Kerwich, presidente del sindicato del sector, que anunció una “movilización” a partir del lunes.

Sin embargo, para el Partido Animalista, los ecologistas y algunas formaciones de izquierda, la ley no va lo suficientemente lejos para luchar contra el maltrato animal en su conjunto.

“Queda mucho por hacer, especialmente contra la ganadería industrial”, lamentó el senador ecologista Daniel Salmon. El diputado de izquierda radical Bastien Lachaud apuntó por su parte a la caza, que ha sido “mimada”.

“Llegará inevitablemente el día en que (...) podremos debatir sobre temas delicados, como ciertas prácticas de caza, como las corridas o como ciertas prácticas ganaderas”, dijo el martes Loïc Dombreval, ponente del texto en el Parlamento y miembro del partido gobernante.

*Con información de la AFP.