En Estados Unidos, una coleccionista de antigüedades conocida como Laura Young encontró en uno de sus viajes una reliquia que data de alrededor de 2.000 años atrás y que perteneció a un rey de Baviera, un estado que existió en lo que actualmente se conoce como Alemania. Sin embargo, la novedad fue la forma como la mujer encontró la pieza y el precio con el cual logró adquirirla.
Al parecer, mientras Young se encontraba visitando un mercado de pulgas en Austin, Texas, debajo de una mesa habría encontrado un busto romano que pesaba unas 52 libras, y que tenía un valor de apenas 35 dólares, es decir, unos $141 mi pesos colombianos. A pesar de esto, la coleccionista afirmó que este tendría un valor mucho mayor.
“Me encontré con un gran tesoro… me emocioné. Tenía en mi casa un artefacto de hace 2.000 años de antigüedad, que era propiedad del rey Luis I de Baviera. Es absurdo. La historia detrás de este busto es absurda y era emocionante”, fueron las palabras para medios locales de Young al momento en que se dio cuenta de la verdadera reliquia que había adquirido.
Fue justamente después de comprar la reliquia que, intrigada por la procedencia del busto, Young comenzó a investigar. Tiempo después, tras reunirse con varios expertos de la Universidad de Texas y de una casa de subastas en la zona, la joven se dio cuenta que el elemento había sido robado en la Segunda Guerra Mundial.
“Ella se dio cuenta que tenía que hablar con un abogado para saber qué hacer… y es que si encuentras algo que fue robado, legalmente la persona que lo compró no tiene el título sobre ese artículo”, explicó la abogada Leila Amineddoleh, según recoge el medio internacional Univisión, ya que luego de que Young se diera cuenta de la importancia que tenía la escultura, decidió solucionar la situación legal del artefacto.
“Fue agridulce. Encontré lo más increíble que jamás voy a encontrar y no me podía quedar con él y no lo podía vender… yo soy bien supersticiosa y preferí hacer lo correcto. El busto había sido robado durante la guerra y hay leyes muy severas con estos temas”, declaró Young, aseverando que a pesar de haber podido ganar una fortuna vendiendo la escultura, decidió regresarla a quien fuera su dueño.
Según versiones preliminares, durante la Segunda Guerra Mundial, el busto había sido robado por un soldado estadounidense que se encontraba en Pompejanum, una estructura que se construyó como una réplica real de una casa de Pompeya, y que se ubicó en la ciudad de Aschaffenburg, Alemania.
Entre tanto, se informó que la escultura tallada en mármol es de un comandante romano llamado Drusus Germanicus, y habría sido creada en el siglo I a. C.; luego de esto, perteneció al rey Luis I de Baviera, y tras su muerte habría sido expuesta en Pompejanum, pero debido a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial –que dejaron esa estructura afectada–, el busto habría desaparecido, hasta ahora.
En la actualidad, la escultura está siendo cuidada y estará expuesta en el Museo de Arte de San Antonio (SAMA), en Texas, hasta 2023, luego de esto será transportada hasta Baviera, un estado en Alemania, donde realmente pertenece, ya que, al parecer, la Administración de Palacios Estatales de Baviera y el museo estadounidense habrían llegado a un acuerdo para que la obra se exhibiera en el país norteamericano.
“La teoría es que un soldado americano se llevó el busto y lo trajo a Estados Unidos. No se sabe si el soldado es de Texas o si viajó por diferentes estados hasta llegar aquí… queremos saber quién fue el donante de Goodwill y que nos provea información para saber más sobre el misterio”, aseguró Lindsy Rymers, del Museo de Arte de San Antonio para el mencionado medio, haciendo referencia al lugar donde este fue encontrado por Young.