El pasado 21 de febrero del 2023, el canciller de Colombia, Álvaro Leyva, emitió un comunicado durante su visita a Madrid en el que confirmó que el gobierno colombiano le ofreció la nacionalidad al político y escritor nicaragüense, Sergio Ramírez, como muestra de solidaridad a la expulsión por parte del régimen de Daniel Ortega de más de 200 presos políticos a Estados Unidos.
“Ayer, en Madrid, España, interpretando la solidaridad del país todo y el sentimiento del presidente Gustavo Petro, ofrecí la nacionalidad colombiana al político, intelectual y escritor nicaragüense Sergio Ramírez”, manifestó el canciller.
En las últimas horas, la Cancillería emitió un comunicado en el que rechaza “las medidas tomadas de manera arbitraria por el jefe de gobierno de la hermana y sufrida República de Nicaragua contra ciudadanos de su país”, asegurando que su único delito ha sido defender la democracia y el derecho a la crítica.
El gobierno de Colombia rechazó en el comunicado “los dictatoriales procederes de quien hace traer a la memoria los peores momentos de la dictadura de Anastasio Somoza que el sandinismo logró superar”.
El ministerio de Relaciones Exteriores puso como ejemplo de represión el caso del obispo de Matagalpa y Estlí, monseñor Rolando Álvarez, quien se rehusó a salir del país en el momento en el que el gobierno de Ortega expulsó a sus connacionales, catalogada por el gobierno como una “lección para el mundo y para el actual jefe de gobierno de Nicaragua”, que fue respondida con una condena de 26 años de prisión.
La Cancillería aprovechó para pedirle a la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, “que solicite autorización para visitar a los que siguen detenidos”, en Nicaragua, ya que son “Víctimas” y el derecho internacional los cobija.
Por otro lado, la cartera de exteriores le pidió a la Corte Penal Internacional que se fije en las violaciones que se han llevado a cabo en el país y que deben ser puestas a conocimiento del organismo. “Al señor Fiscal de la Corte se le pide tomar cartas en tan alarmante asunto”, dice el comunicado.
Finalmente, la Cancillería colombiana aseguró que sigue buscando los canales para ponerse en contacto con quienes “habiendo sido abusados por el poder intolerante de Nicaragua”, quisieran obtener la nacionalidad colombiana, algo que al país “honraría”.
Colombia no fue el único país en ofrecerle la ciudadanía a Ramírez. Argentina y Chile también ofrecieron otorgarle la nacionalidad al escritor y a quienes fueron desterrados.
La portavoz de la Presidencia argentina, Gabriela Cerruti, indicó en Twitter que “el gobierno argentino está dispuesto a otorgar la ciudadanía argentina a Sergio Ramírez, Gioconda Belli y todos los que están padeciendo lo que está sucediendo en Nicaragua”.
Al igual que Argentina, Chile le ofreció todas las garantías posibles a quienes fueron calificados como “traidores” por parte del régimen de Daniel Ortega.
“El Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena según las normas constitucionales y legales que la regulan”, ha indicado en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Chile.
Por su parte, el Gobierno de México se solidarizó con los opositores nicaragüenses expulsados del país y enviados a Estados Unidos por decisión del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), quien también dejó apátridas a otros 316 nicaragüenses que han perdido su ciudadanía en menos de una semana. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ofreció asilo y nacionalidad a los opositores nicaragüenses al régimen de Daniel Ortega.
“Todos los que quieran estar en nuestro país tienen las puertas abiertas y son bien recibidos”, dijo López Obrador durante su habitual rueda de prensa diaria en el Palacio Nacional y agregó que “la nacionalidad no se puede perder por decreto”.
El mandatario mexicano les aseguró a los periodistas que ya le había dado la instrucción a su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en el mismo momento en que supo que había “pedido estar en México”. El presidente accedió a darles “asilo, nacionalidad, lo que ellos quieran”.