El pasado miércoles 6 de diciembre, los ministros de Relaciones Exteriores del Mercosur se reunieron en Río de Janeiro para participar en un encuentro centrado en asuntos regionales.
Entre los asuntos de mayor relevancia, Colombia reiteró su compromiso con el multilateralismo y la integración, y aprovechó para destacar la importancia de enfrentar desafíos de manera multilateral, entre ellos la paz, la justicia social, la migración y la política antidrogas.
Según un comunicado emitido por la Cancillería colombiana, Colombia aprovechó su intervención para repasar acontecimientos recientes que marcaron la COP 28 sobre el Cambio Climático en Dubái.
“Entre estos, destacó la creación del fondo de pérdidas y daños, un logro impulsado –en gran parte– por la acción coordinada de los países latinoamericanos, y su anuncio de adhesión al Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, que establece un horizonte en la transición del país hacia una economía descarbonizada”, dice el comunicado.
Según las declaraciones de Colombia, esta iniciativa busca contribuir a la estabilización de la temperatura del planeta y afrontar la crisis climática, así como también desarrollar potencialidades de energías limpias y renovables, buscando responder al impacto ambiental que esto conlleva.
Sobre la atención de altos flujos migratorios por parte de colombianos, el representante de nuestro país reiteró la importancia de un trabajo conjunto regional para lograr una migración segura, ordenada y regular para que se respeten los derechos humanos, impulsando la integración socioeconómica de los migrantes.
“En línea con la visión humanista del Gobierno del presidente Gustavo Petro, Colombia plantea una política de drogas con una perspectiva preventiva, humanitaria y de corresponsabilidad, que propenda por la inclusión social y el desarrollo de los territorios, mediante la protección y el desarrollo de oportunidades para las poblaciones vulnerables”, dice el comunicado.
Colombia reconoció la exitosa presidencia del país anfitrión y también subrayó el compromiso con la presidencia de Paraguay, manifestando su interés en fortalecer el relacionamiento con todos los países de la región para una Suramérica integrada.
A esta reunión asistieron el embajador Javier Darío Higuera, director de Mecanismos de Concertación e Integración Regionales de la Cancillería, y Guillermo Rivera, embajador de Colombia ante la República Federativa de Brasil.
Un llamado contra los combustibles fósiles
El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció este sábado en la COP28 de Dubái la adhesión a un llamado internacional contra los combustibles fósiles, sin fuerza legal, lanzado en 2019 por países insulares.
“Ya es evidente que no se puede vivir del petróleo”, dijo Petro, rodeado de líderes de cinco estados insulares, en un acto celebrado durante la conferencia del clima de la ONU.
Colombia es el primer país no insular que se une al Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, surgido en 2019 tras un llamado lanzado por archipiélagos-Estado en el Pacífico, Asia y el Caribe. Palau anunció que también se unía al texto.
Colombia es la cuarta potencia petrolera latinoamericana, y a pesar de sus esfuerzos en materia de energías renovables, más del 38 % de su matriz energética proviene del petróleo y el 25 % del gas, según la entidad independiente Global Energy Monitor.
El tratado pretende imitar los pactos que se gestaron para evitar la proliferación nuclear, mediante la cancelación de cualquier proyecto que implique aumentar la capacidad de producción de combustibles fósiles.
“Es una paradoja que aquí en esta mesa esté un país como el que yo represento, porque nosotros también vivimos del petróleo”, reconoció Petro. Colombia produce en torno a un millón de barriles diarios de crudo.
*Con información de la AFP.