España ha sido asolada por una tragedia sin precedentes recientes en su historia, una dana (depresión aislada en niveles altos) que se convirtió en lluvias y tormentas que terminaron por arrasar a buena parte de la Comunidad Valenciana. Los muertos al cierre de esta edición llegaban a 200 y se espera que la cifra crezca a medida que el agua baje y se dimensione el tamaño real de la tragedia.

Al inicio de la semana se sabía que fuertes precipitaciones se presentarían sobre el territorio. Por eso, ahora las críticas sobre los gobiernos nacional y local por no haber actuado a tiempo para evitar el desastre. Con la llegada de las lluvias, fue solo hasta el martes que toda la maquinaria de emergencias empezó a movilizarse, aunque parecía que ya era muy tarde para actuar, a pesar de que se había emitido alerta roja en buena parte de la comunidad y otras permanecían en naranja.

Sin embargo, según narraron testigos en Valencia a SEMANA, fue hasta el martes en la noche que se emitió la alerta masiva para toda la comunidad y se pidió que se evitaran los desplazamientos. Pero ya era tarde: por cuenta de las lluvias, muchas carreteras principales estaban cortadas y miles de personas apenas volvían de sus trabajos, lo cual generó un caos vehicular e impidió a los servicios de emergencia llegar a las zonas más golpeadas.

“El tema de las alertas ha sido muy controversial, ya que la primera se difundió a las 7 y media del martes, hora en la que ya se estaba viviendo la catástrofe. De hecho, personas que conozco contaban cómo esas alarmas les sonaban estando ellos encerrados en medio de la inundación”, dice María Camila Rivera, una joven colombiana desde Torrent, una de las zonas más afectadas.

Una mujer mira por su balcón a los vehículos atrapados en la calle durante una inundación en Valencia. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.

“Nunca imaginamos un escenario así, siempre lo habíamos visto en películas, en documentales, pero no en la vida real. Es muy duro encontrarse con coches volcados, unos encima de otros, camiones sobre coches pequeños arrastrados por la fuerza implacable del agua”, cuenta Juan Ropero, un colombiano que estuvo presente en la tragedia en Valencia, y que junto a tres amigos, ayudaron al rescate de personas atrapadas por el agua.

El choque con la realidad fue absoluto. Además de las más de 200 personas que han muerto por cuenta del temporal, entre ellas un colombiano identificado como Nelson Quijano, los daños son multimillonarios y videos atestiguan cómo hileras completas de carros y camiones fueron arrastrados por las corrientes. También se ven hogares totalmente destruidos, puentes, carreteras y torres de comunicación que cayeron y formaron parte de los escombros.

Aunque el centro de Valencia no fue tan afectado por las inundaciones, las poblaciones aledañas sí y muchas de ellas permanecen incomunicadas debido al desastre. “Estamos sin servicio de agua y la señal de internet está muy mal. Los supermercados cercanos los han saqueado, así que será necesario esperar para ver cómo evoluciona la situación”, narra Andrea Barreto. Hasta el momento no hay una cifra cierta de cuál puede ser la dimensión de la tragedia en el país ibérico.

El Gobierno español señala que esta fue la peor dana del siglo. Desde 1973 el país no vivía una situación comparable: ese año más de 300 personas perdieron la vida y algunos pueblos fueron borrados del mapa, las consecuencias fueron devastadoras para la población que fue arrasada por el agua.

Inundaciones en Valencia, España. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved.

Las dos tragedias tienen un ingrediente en común: la presencia de la dana. “Se produce cuando masas de aire frío (que son pesadas) descienden en la atmósfera y se encuentran con masas de aire caliente (menos pesadas) sobre las aguas del mar Mediterráneo. La mezcla genera inestabilidad atmosférica que ocasiona aire con mucha humedad, haciendo que el mar suba y se condense de manera súbita. Esto crea nubes de desarrollo vertical que generan eventos de precipitación intensos”, contó Andrés Vargas, experto en hidráulica.

Sobre cómo la tormenta se alzó de manera meteórica hasta inundar las calles, colombianos residentes en esa región aseguran que, a pesar de la situación, no se imaginaban algo parecido. “Fue todo el día, desde las 7 de la mañana empezó a llover y eran las 6 de la tarde y no paraba de llover, pero, además, en forma torrencial. También cayó granizo, unas bolas gigantes, inmensas. Fue impresionante”, asegura Jairo Franco desde Valencia, quien dice que aún es muy complicado salir a las calles.

El Gobierno de Pedro Sánchez asegura que no va a dejar solos a los afectados por el temporal. “Os vamos a ayudar con todos los recursos del Estado y de la Unión Europea si es necesario para que podáis salir adelante”, dice el mandatario. Mientras tanto, varios colombianos intentan dar lo mejor de sí, tratando de rescatar a las víctimas de las tormentas en la Comunidad Valenciana.

“Estoy desde el lunes a las seis y media de la mañana hasta hoy, a las 11 de la mañana; no he estado trabajando, sino intentando auxiliar, cosa que he hecho. 83 vehículos he podido quitar de encima de otros vehículos para poder acceder y poder sacar personas de sus vehículos”, dice Manuel Erazo a SEMANA, otro rescatista que voluntariamente ha auxiliado a víctimas que quedaron atrapadas por el agua y el barro en Valencia.

Inundaciones en Valencia. | Foto: AFP or licensors

Según relata, las imágenes con las que se ha tenido que confrontar no tienen comparación con nada que haya visto antes: vehículos hundidos totalmente bajo el agua, fuertes corrientes avanzando por las calles llevándose todo a su paso, e, incluso, ha tenido que ver algún cuerpo flotando en el agua. A pesar del impacto, afirma que continuará con las labores de rescate si la comunidad así lo necesita.

“Desafortunadamente, éramos solo tres personas, dos colombianos y un argentino, que estábamos aquí en Valencia. Dimos todo de nosotros, de verdad, hasta que nuestras fuerzas se agotaron. Nos cansamos la espalda de empujar coches, de sacarlos del agua, de ayudar personas, de cargar mujeres, de cargar niños. Fue realmente una situación difícil, pero una fuerza interna interminable nos impulsaba a hacerlo”, dice Juan Ropero, al recordar las labores rescatando personas.

Ahora, una vez terminen las labores de rescate y recuperación de cuerpos, es que Valencia y España sabrán la verdadera magnitud de la dana que hasta ahora ha provocado más de un centenar de muertes. Por ahora, poco a poco los habitantes intentan salir adelante y ubicar a sus seres queridos afectados por la tragedia que azotó sus casas esta semana. En redes sociales se ve cómo la ciudadanía saca el agua y el barro de sus casas, a pesar de que la amenaza de fuertes lluvias continúa.

El ambiente en el territorio es de total depresión por el desastre. “Es bastante triste. Todos estamos consternados con lo que está pasando, y con todas las víctimas. Todo es de desespero. Nos dimos cuenta de que estaba ocurriendo una tragedia porque vimos los ríos llevarse los carros y toda esta situación, que terminó inundando todo lo que fue gran parte de Valencia”, dice Jairo Franco, desde la zona afectada. Mientras tanto, se desconoce la verdadera magnitud del desastre que tiene en luto a toda España y que levanta dudas acerca de qué tanto se pudo prevenir una tragedia que parecía anunciada.