Directa, así puede ser considerada una columna de opinión publicada este domingo en el prestigioso diario estadounidense The Wall Street Journal, y escrita por la periodista Mary Anastasia O’Grady, a propósito de la posesión del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, en la que, además de referir el pasado exguerrillero del nuevo mandatario, también arremete contra uno de los ahora posesionados ministros del gabinete de Gobierno.
Precisamente, el ministro contra el que arremete el artículo de ‘The Wall Street Journal’, es Iván Velásquez, el nuevo encargado de la cartera de Defensa, a quien el prestigioso medio se refiere como un funcionario con una historia de ‘enemistades’ con las Fuerzas Armadas, calificándolo a su vez como un ‘simpatizante de los grupos rebeldes’.
En la reconstrucción del perfil de Velásquez, la columnista O’Grady se refiere al pasado del funcionario, quien fue procurador regional en la ciudad de Medellín, magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, y jefe de la delegación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, refiriendo que el ahora ministro de Defensa de Colombia es partidario de una serie de comportamientos que, en otros contextos, Estados Unidos ha visto con malos ojos, y que se refieren a presuntos ‘maltratos’ contra acusados en escenarios judiciales.
En su artículo, la columnista refiere que si bien en el reciente caso de una basquetbolista estadounidense, identificada como Britany Griner, Estados Unidos, país al que se refiere como ‘el tío Sam’, ha mostrado su rechazo por el trato dado a la deportista estadounidense en los tribunales rusos, poniéndola presa antes de ser juzgada, esta no es una situación que sea una constante en el comportamiento de ese país, pese a ser una actitud condenada por la Corte de La Haya.
En ese sentido, la columnista admite que “el tío Sam no siempre se opone al maltrato del acusado”, recordando que, en el pasado, ha respaldado la labor realizada por Velázquez cuando era funcionario de la ONU, en compañía de la fiscal Thelma Aldana, sobre quien el Wall Street refiere que es conocida por “enjaular” o apresar a personas que son objeto de investigaciones estatales.
Sin embargo, la columnista señala que existiría una diferencia entre las prácticas tachables de Rusia y las adelantadas por Velásquez, afirmando que pese a que los dos crean ambientes para crear la impresión de que los “acusados son culpables”, “el Kremlin limita el que llamó ‘espectáculo’, a los estrados judiciales, mientras que el nuevo ministro de Defensa lo hace en otros escenarios, denunciando que lo convierte en una ‘táctica de humillación’.
En ese sentido, el Wall Street se refiere al supuesto manejo irregular mediático de los casos de acusados por parte de Velásquez, sometiendo a los investigados al escarnio público, lo que en el caso de Guatemala respondía a violaciones de la ley local, al referirse a las garantías para los investigados.
La periodista señala que, pese a la evidencia de las irregularidades, el gobierno Biden hizo ojos ciegos a la situación, sin condenar los abusos adelantados en Guatemala.
Para The Wall Street Journal, el nombramiento de Velásquez sirve para volver a hacerlo vigente en las salas de redacción de los medios de comunicación, afirmando a su vez que el funcionario, encargado de asumir las riendas de las Fuerzas Armadas, tiene un largo historial de enemistades con estas.
En su columna, y sobre Petro, la periodista advierte que es la primera vez en la historia del país, considerado el tradicional aliado de Estados Unidos en la región, asciende al poder un exguerrillero.