Este viernes, 11 de marzo de 2022, tomó posesión en la ciudad de Valparaíso, más precisamente en la sede el Congreso chileno, el nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, convirtiéndose, con 36 años, en el mandatario más joven en regir los destinos de esa nación.

Boric, quien es recordado en su papel como líder estudiantil durante la primera década de los años 2000, llegó al poder tras las elecciones, de segunda vuelta, practicadas el pasado 19 de diciembre de 2021, en las que derrotó al candidato José Kast, tras quedarse con el 55,8 % de la votación.

El nuevo presidente de Chile, quien aún está pendiente de titularse como abogado en la Universidad de Chile y quien se había desempeñado como diputado desde 2014, asume el poder para un periodo de 4 años, y llegó con la consigna de lograr importantes cambios sociales en su país.

Boric, quien se declara feminista y ecologista, puso de precedente esa convicción, al entregar 14 de los 24 ministerios a mujeres.

El hecho protocolario de toma de mandato por parte de Boric estuvo encabezado por el presidente del Senado chileno, Álvaro Elizalde, y contó con la participación del presidente saliente, Sebastián Piñera, en un acto que comenzó con la ‘dejación’ de la banda por parte del ahora expresidente, quien también se despojó de la llamada ‘Piocha de O’Higgins’; símbolo del poder en su país.

Tras la toma de juramento, Boric fue envestido con la banda tricolor y le fue impuesto el ya referido símbolo de poder, una suerte de medalla en forma de estrella.

Acto seguido, tomaron juramento, en medio de aplausos, los miembros del nuevo gabinete ministerial, para que posteriormente se levantara la sesión del Senado chileno.

Entre los miembros del nuevo gabinete ministerial, se destaca el nombramiento de dos de sus excompañeros de lucha estudiantil en 2011, Camila Vallejos, de 33 años, quien asume como vocera de gobierno, y a quien se suma Giorgio Jackson, de 35 años, quien juró como el nuevo ministro a cargo de las relaciones con el Congreso.

Estos dos nuevos funcionarios también habían ocupado, al igual que Boric, una curul en la anterior legislatura del Senado chileno.

Dentro del listado de selectos asistentes al acto de posesión, debido a las condiciones especiales por la pandemia, se destacó la participación de líderes internacionales como presidente argentino Alberto Fernández; su homólogo peruano Pedro Castillo; el rey Felipe VI de España; el presidente de República Dominicana, Luis Abinader; Hamilto Mourao, vicepresidente de Brasil; Guillermo Lasso, presidente de Ecuador; Mario Abdo, presidente de Paraguay; entre otras figuras del mundo político y cultural latinoamericano, incluido el aspirante presidencial colombiano Gustavo Petro Urrego.

Por parte de Colombia, el Gobierno Duque estuvo representado por la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, ante la imposibilidad del presidente para asistir, en tanto se encontraba en Estados Unidos, en compañía de la vicepresidente y canciller, Marta Lucía Ramírez, país en donde el pasado jueves sostuvo un encuentro bilateral con el presidente Biden.

En declaraciones entregadas a medios internacionales, Duque también advirtió que su ausencia en Chile se derivaba de la proximidad de las elecciones legislativas que se desarrollarán en Colombia este próximo fin de semana. El mandatario confirmó que sostendrá un encuentro bilateral con su ahora homólogo chileno en el marco de la próxima Cumbre de las Américas.

Tras la ceremonia en Valparaíso, se prevé que el nuevo presidente de Chile se movilice hacia la ciudad de Santiago para continuar con los actos de toma de posesión en el Palacio de la Moneda, sede de Gobierno y residencia habitual de los mandatarios chilenos.

Frente a lo anterior, es importante afirmar que, siguiendo la tendencia impuesta por sus homólogos de México y Perú, Boric ha decidido que no habitará en la casa de Gobierno, por el contrario, ha dispuesto que se trasladará a una casa habitual, en un barrio de estratos populares en el barrio Yungay; un sector ubicado a media hora, recorrido caminando de la Casa de la Moneda.

Tras el acto de posesión, el nuevo presidente de Chile ya actualizó sus redes sociales para identificarse con una fotografía luciendo la banda presidencial e identificarse como presidente de su país para el periodo 2022 - 2026.

Los retos de Boric tras su llegada al poder

Con la llegada al poder por parte de Gabriel Boric, un importante sector de la población centra sus esperanzas de cambio en el nuevo gobierno, en momentos en los que la coyuntura chilena está marcada por los intentos de recuperación económica tras los estragos sufridos por la pandemia, situación que agravó la ya sensible crisis que vivía el país.

Según datos oficiales, la crisis económica que actualmente vive Chile está enmarcada en la desigualdad derivada de que el 1 % de la población de ese país, ostenta el 26 % de la riqueza.

Precisamente, esa fue una de las razones que llevó al estallido social que marcó las violentas protestas que se presentaron en 2019, donde los manifestantes también abogaban por mejoras en el sistema de atención de los servicios de salud, mejores garantías y beneficios para los estudiantes, y una reforma a las condiciones de jubilación, factores que los chilenos esperan puedan ser solventados con la nueva administración.

No obstante, dentro de los retos que tendrá Boric frente al Gobierno del Palacio de la Moneda están el lograr la confianza de los sectores opositores (la derecha y la extrema izquierda), quienes ven con incertidumbre las capacidades de gestión del nuevo mandatario.

Esta situación, podría verse agravada por los problemas de gobernanza que asumirá el nuevo presidente chileno, quien llegó a la presidencia sin contar con las mayorías parlamentarias, situación que podría convertirse en ‘una piedra en el zapato’, y traducir en la imposibilidad para conseguir cambios significativos.

De igual modo, al igual que otros países de la región, Chile se enfrenta a una crisis derivada de la adopción de un importante número de migrantes internacionales, situación que demanda el despliegue de programas de ayuda social, y que agrava el panorama de desempleo en los distintos Estados.

Según expertos, a lo anterior también podría añadirse la llamada fuga de capitales y el déficit habitacional.

En ese mismo sentido, Boric se encontrará con el reto de enfrentar la última etapa del proceso de formulación y aprobación de la nueva constitución, con la que se reemplazará la formulada en la era Pinochet.