Este martes 2 de julio, las tensiones alrededor de China, Taiwán y Estados Unidos aumentaron tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla, la cual los chinos la consideran parte de su territorio.
Asimismo, el escenario despierta la expectativa mundial y centra los ojos de la diplomacia internacional en esa región de Asia, luego de que, en respuesta a la visita de Pelosi, China iniciara sobrevuelos de aeronaves pertenecientes a las fuerzas del régimen de Xi Jinping.
Sin embargo, este es un conflicto que ha durado por mucho tiempo, ya que en un principio la isla pertenecía a Japón, pero ante la derrota en la Segunda Guerra Mundial por parte de los nipones, este tuvo que ceder varios terrenos, entre ellos Taiwán.
Es por eso que la República Popular de China comenzó a gobernar ese país, con la aprobación de Estados Unidos y Reino Unido, dos de los países vencedores de esa guerra.
No obstante, ante la guerra civil que sufrió China por cuenta del gobierno de Chiang Kai-shek con las tropas comunistas de Mao Zedong, donde salió derrotado el gobierno nacionalista de Chiang, debieron refugiarse en la isla, donde se implementó una dictadura; pero su hijo Chiang Ching-kuo permitió un proceso de democratización en la isla.
Es por eso que a finales del siglo XX, el presidente Lee Teng-hui llevó a cabo cambios constitucionales, lo que permitió una apertura política en la isla, y llevó a la elección democrática a Chen Shui-bian como el primer presidente, en el año 2000.
La elección de Chen no cayó muy bien a Pekín, en su momento, pues iniciaba oficialmente la independencia de la isla. Chen Shui-bian fue reelegido en 2004, lo que motivó a China a firmar la ley antisecesión, es decir, que tomaría medidas no pacíficas contra Taiwán, si este intentaba separarse de ellos.
Aun así, en 2008 Ma Ying-jeou fue elegido presidente, con el propósito de mejorar las relaciones con China, a través de las vías económicas; sin embargo, no hubo grandes avances y en 2016 fue elegida Tsai Ing-wen, actual mandataria de Taiwán.
En ese orden de ideas, China asegura que la isla es una provincia separatista y está dispuesta a llevar a cabo la reunificación por la fuerza si es necesario. No obstante, Taiwán afirma que es un Estado soberano, porque cuenta con su propia constitución y alrededor de 300 mil tropas activas, así como con varios líderes elegidos popularmente.
Barcos estadounidenses navegan en inmediaciones de Taiwán
Varios medios internacionales han reportado que barcos de guerra estadounidenses han arribado a inmediaciones de la isla, lo que acrecienta el escenario de incertidumbre, en tanto el hecho puede ser visto, por parte del régimen de Xi Jinping, como una provocación o factor de riesgo.
A través de sus redes sociales, la Séptima Flota de Estados Unidos afirmó que hace presencia el portaviones de su país USS Ronald Reagan, que se encuentra en el mar de Filipinas, explicando que este actualmente se encuentra desarrollando ‘maniobras’ en apoyo al buque de carga USS Carl Brashear.
Incluso, el pasado 31 de julio, esta misma entidad armada de Estados Unidos difundió una serie de imágenes en la que se da cuenta de dicha presencia, advirtiendo que su presencia en el área responde a “misiones de rutina’ en ese sector del Pacífico.
Sin embargo, China anunció que su Ejército lanzaría “acciones militares selectivas” en respuesta a la visita de la representante Pelosi. De hecho, Taipéi anunció que se han registrado 21 incursiones aéreas de China durante la llegada de Pelosi.
Aun así, ante las amenazas de China, desde las autoridades de Estados Unidos, más precisamente el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, se ha afirmado que ese país trabaja para “asegurar que Pelosi tenga una visita segura”.
*Con información de la AFP.