Una situación como sacada de una película de Hollywood vivieron unos náufragos en Brasil. Luego de que Jeferson Marcos dos Santos y otros cinco tripulantes de la lancha Bom Jesus partieron de Santarém (PA), el 24 de marzo, con destino al municipio de Chaves (PA), fueron sorprendidos por una tormenta y luego por un incendio en la cocina.
Tratando de sobreponerse a las adversidades del tiempo, intentaron llevar la embarcación a una playa y esperar un clima más favorable, hasta que se percataron de que en la cocina de la embarcación se estaba extendiendo un incendio, lo que terminó provocando que el bote se hundiera en Ilha das Flechas (PA), a unos 150 km de la capital Belém.
Estuvieron 17 días en la isla, utilizando alimentos que había en el barco, además del agua de lluvia, hasta que dos de los náufragos, Joelson Silva da Costa y el propio Jeferson, que tienen formación en ayuda de máquinas, tuvieron la idea de poner la información sobre su paradero en una nota en una botella, la ataron a una botella y la tiraron por la borda. Por suerte, unos pescadores que se encontraban en la zona costera de la isla encontraron la nota escrita por los dos indicando el lugar del naufragio y alertaron a las autoridades locales.
“Estoy desempleado. Salí de Santarém para hacer este viaje. Durante el viaje nos agarró una tormenta y el barco se incendió en la parte de la cocina. Empezamos a tirar el bote a ver si encontrábamos una playa cercana donde nos quedamos 17 días. Con la fuerza de Dios y de la Armada de Brasil logramos salir por cuenta de una botella, donde escribimos una nota y nos encontraron. Amén”, fue el emotivo relato de uno de los seis tripulantes rescatados por la Marina de Brasil, poco después de pisar tierra firme en la capital de Pará.
Al ser consultado sobre la idea de escribir una nota en la botella, Jeferson afirmó que “aprendió esta técnica en un curso que tomó en la Armada, donde le dijeron que en casos como estos se podía escribir una nota, ponerla en una botella y atarlo a una boya, lanzándola en el mar”.
En conjunto con organismos estatales, la Marina de Brasil (MB) participó del rescate. Los náufragos fueron trasladados a Belém (PA) en un helicóptero MB Super Cougar. En la aeronave fueron atendidos de inmediato por militares, quienes brindaron los primeros auxilios. A pesar de encontrarse en buen estado de salud, cuando llegaron a Belém fueron trasladados en ambulancia a la Unidad de Atención de Emergencia, en el barrio de Sacramenta, para realizar nuevos estudios médicos.
Toda la información que se conoció de este rescate de película fue divulgada y dada a los medios de comunicación por la Marina de Brasil y las autoridades que estuvieron involucradas en la operación. Hasta el momento es lo único que se conoce de manera oficial sobre este naufragio que no dejó víctimas, gracias a la idea de lanzar una simple botella y la suerte de ser encontrada por otras personas.