Una vida de austeridad y solo con los gastos necesarios llevó a que una pareja, radicada en Reino Unido para “jubilarse” antes de los 45 años, y ahora disfrutar de sus comodidades. Ambos comentan que todo es resultado de una mayor conciencia a la hora de destinar los ingresos que cada uno ganaban en sus respectivos trabajos.

Katie Donegan, quien ahora dirige un curso para enseñarle a la gente cómo manejar su dinero, es prueba de cómo la mesura puede generar efectos “palpables” con el paso del tiempo. Hoy en día puede decir que logró “retirarse” con más de un millón de dólares ahorrados. Ahora su vida la dedica, junto a su esposo, a viajar al extranjero y disfrutar su tiempo en el pueblo inglés Basingstoke.

La mujer recuerda que desde joven buscaba la forma de no gastar en cosas innecesarias y evitar vestirse de forma ostentosa, una decisión que (asegura ahora) marcó la diferencia. De joven prefería ahorrar su propio dinero, en vez de destinarlo en cosas efímeras.

“Crecí en Uxbridge, donde mi madre Alison, ahora de 69 años, era maestra y mi padre Kris, de 73 años, investigador de mercado. Teníamos suficiente para vivir cómodamente, pero había muy poco dinero para vacaciones elegantes o comidas fuera. Yo asistí al integral local y siempre ahorré mi dinero de bolsillo; me encantaba verlo crecer en lugar de gastarlo”, evoca, según el diario The Sun.

“No compraba ropa nueva”

Cuando tenía 18 años optó por ingresar a la Universidad de Oxford para estudiar matemáticas; sin embargo, allí solo permaneció un año, tiempo antes de regresar a su casa donde evaluó otras posibilidades. A corto plazo se desempeñó como administradora de una oficina (allí recibía unos 10 dólares por hora -unos 51.000 pesos colombianos-), luego hizo un voluntariado en Costa Rica y la experiencia de tres meses la llevó a conocer en 2005 a su futura pareja: Alan.

“Regresamos al Reino Unido como pareja, y comencé una carrera en estadística en el University College London, donde vivía con mis padres, comía barato y no compraba ropa nueva, ya que odiaba la idea de endeudarme”. Después de que en 2008 se graduaran empezaron a pensar en su vida como pareja, pero la alternativa de comprar vivienda rápido no parecía una buena idea, así que se fueron a vivir con la mamá de Alan mientras reunían el depósito de su propia casa.

Mientras llegaban al monto que necesitaban ella se dedicaba a la actuaría (donde aplicaba modelos estadísticos) y devengaba anualmente casi 33.000 dólares al cambio de hoy, mientras que él tenía una actividad independiente que le generaba ingresos variables y capacitaba a compañías sobre la forma de realizar una presentación.

¿Cuándo pudieron jubilarse?

En 2010, los fondos que sumaban entre los dos ya alcanzaban para una planta de dos dormitorios. El matrimonio llegó para julio de 2013, pero antes de ello ya llevaban una vida solo con las comodidades necesarias y en las que; por ejemplo, preferían hacer planes de casa con amigos, en lugar de salir en las noches. Además, quienes asistieron a la boda llevaron su propia botella para celebrar.

“A fines de 2014, después de varias promociones, ganaba 58 000 libras esterlinas. Parecía una cantidad enorme, pero estaba decidido a mantener mis gastos bajos. Con Alan ganando alrededor de 63 000 libras esterlinas, ahorramos 3000 libras esterlinas en total cada mes”, dijo la mujer, según recogió el británico The Sun.

Un año más tarde Katie Donegan se enteró por internet que había un movimiento llamado Independencia financiera, jubilación anticipada (FIRE) cuyo objetivo era sostener los egresos en cifras mínimas y guardar cada ingreso posible. Hacer depósitos en fondos indexados y adquirir acciones en compañías disponibles en el mercado de valores les llevó a que vivir del efectivo generado estuviera más cerca de lo pensado.

En ese momento la pareja tenía 335.000 dólares ahorrados y se establecieron como meta un millón de dólares (incluyendo las inversiones) para dejar de trabajar. Su objetivo empezó a estar cada vez más cerca en septiembre de 2018 cuando tenían 898.000 libras esterlinas, y a mediados del año siguiente las inversiones les permitieron jubilarse (aunque Alan todavía supervisa su negocio).