A pesar de sus recientes quebrantos de salud, el papa Francisco aterrizó este viernes en Irak para llevar a cabo su primer viaje al extranjero desde que se inició la pandemia del coronavirus y una visita histórica a ese país del Oriente Medio, pues el sumo pontífice se convirtió en el primer papa en llegar a territorio iraquí.
Durante los casi cuatro días que durará su visita, el papa argentino de 84 años de edad podrá expresar su apoyo a una comunidad cristiana azotada por la guerra y los ataques, además de que se reunirá con el más alto dignatario chiita de ese país.
Este viernes se conoció que el esquema de seguridad que cuidará a Francisco durante su permanencia en Irak está integrado por 10.000 hombres, pues la seguridad del pontífice es una de las principales preocupaciones de las autoridades iraquíes en medio de un contexto de tensión geopolítica entre Estados Unidos e Irán.
La llegada de la máxima autoridad del Vaticano puso en marcha un operativo sin precedentes en el que recibirá vigilancia estricta durante su paso por las calles de Bagdad, Najaf, Ur, Erbil, Mosul y Qaraqosh, según recoge el medio británico BBC.
“Viajaré a Irak para realizar una peregrinación de tres días. Desde hace tiempo deseo visitar a ese pueblo que tanto ha sufrido. Les pido a ustedes que acompañen con la oración este viaje apostólico, para que se desarrolle del mejor modo posible y dé los frutos esperados”, aseguró el papa a través de su cuenta de Twitter antes de partir desde Roma rumbo al Oriente Medio.
Francisco se reunió inmediatamente después de pisar suelo iraquí con el primer ministro Mustafa Al-Kadhimi, mientras se prevé que sobre el mediodía se realice una ceremonia oficial de bienvenida en el Palacio Presidencial de Bagdad y luego se reúna también con el presidente de la República de Irak, Barham Salih.
Tras la reunión con el presidente iraquí, se espera que el sumo pontífice haga su primer discurso desde el salón principal del Palacio Presidencial de Bagdad, aunque luego realizará un segundo discurso durante su encuentro con algunos obispos, sacerdotes, seminaristas y líderes religiosos de ese país.
También se prevé que durante el sábado 6 de marzo el papa Francisco visite la ciudad de Nayaf, donde visitará por cortesía al Gran Ayatolá Sayyid Ali Husaini Sistani, mientras que luego viajará a la ciudad de Nassiriya, a orillas del río Éufrates, donde hará su tercer discurso. Se espera que en ese momento viaje a Bagdad para presidir la Santa Misa desde la catedral de San José de esas ciudad.
El domingo viajará a Erbil para reunirse con el presidente de la región autónoma de Kurdistán y con autoridades religiosas y civiles de ese territorio. Luego irá a Mosul para realizar la Oración de Sufragio por las Víctimas de la Guerra en Hosh al-Bieaa (Plaza de la Iglesia). También visitará Qaraqosh, donde llevará a cabo su cuarto discurso, mientras que el lunes 8 de marzo, en horas de la mañana, regresará a Roma.
Recorrido atípico en medio de la pandemia
Durante su visita por varias ciudades, el papa se encontrará con poca gente en las carreteras, arregladas para esta ocasión, debido a un confinamiento total decretado en el país, donde el número de casos ha batido esta semana un récord desde el inicio de la pandemia de covid-19, con más de 5.000 contagiados diarios.
Francisco iniciará en vehículo blindado un viaje sin gente, que será “virtual” para los iraquíes que lo seguirán por televisión, mientras el helicóptero o el avión papal sobrevolará a veces zonas donde se esconden todavía yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
En las etapas del viaje, se congregarán solo unos centenares de personas, con excepción de la misa del domingo en el estadio de Erbil, en el Kurdistán, en la que participarán varios miles de fieles que han reservado su plaza con antelación.