El secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, aseguró que el gobierno británico no descartó la posibilidad de aislar en hoteles a los viajeros que lleguen a Reino Unido y hasta la instalación de GPS para poder controlar que las personas no se movilicen.
Sin embargo, los viajeros serían los encargados de correr con los gastos y serían dos semanas en las que deberían estar aislados.
“Se tiene que ver su viabilidad [...] pero necesitamos ver esto con cuidado, con base en la experiencia en otros países”, dijo el secretario en un medio internacional.
Hay que señalar que Australia y Nueva Zelanda ya están aplicando este tipo de medidas.
Por ejemplo, en Polonia las autoridades llaman una vez al día a los visitantes y estos deben enviar una fotografía con localización para demostrar que se encuentran en el lugar donde decidieron pasar la cuarentena.
Asimismo, con el fin de reducir la propagación del virus, desde este lunes todos los pasajeros que lleguen al Reino Unido deberán presentar una prueba negativa de covid-19 y, además, deberán tener una cuarentena.
Estas medidas se suman a las ya anunciadas en días pasados como la prohibición del ingreso de los viajeros provenientes de América del Sur, Panamá, Portugal y Cabo Verde (África) a Reino Unido debido a preocupaciones sobre la variante brasileña del coronavirus.
El secretario de Relaciones Exteriores dijo que consideraría todas las posibilidades para que los ciudadanos cumplieran las reglas con el fin de evitar la propagación del virus y evitar una nueva variante como la que se conoció hace un mes y ya fue identificada en 50 países.
De hecho, ocho países en América reportaron la variante del nuevo coronavirus detectada en Reino Unido a mediados de diciembre, en tanto dos informaron haber identificado la mutación localizada en Sudáfrica también el mes pasado, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Brasil, Canadá, Chile, Ecuador, Jamaica, México, Perú y Estados Unidos habían reportado la variante británica, mientras que Brasil y Canadá hallaron en sus muestras de laboratorio la de Sudáfrica, según indicó a periodistas Sylvain Aldighieri, la gerente de incidentes por covid-19 de la OPS.
El primer ministro Boris Johnson aseguró en un medio internacional que espera que la situación sea diferente para la primavera y que el levantamiento de las restricciones llevará tiempo.
“Tengo que advertir a la gente, será gradual. No se puede hacer un ‘ábrete sésamo’, un gran estallido, porque, me temo, la situación sigue siendo bastante precaria”, dijo Johnson.
A la fecha, el Reino Unido tiene más de 89.000 muertes a causa del virus que apareció en Wuhan (China) en diciembre de 2019 y el sábado registró la tercera cifra más elevada en descensos, ya que 1.295 personas murieron en un día.
Por su parte, el Reino Unido amplió este lunes su campaña de vacunación a los mayores de 70 años, ya que el país decidió cerrar sus fronteras a las personas que sean positivas al virus y con el fin levantar el tercer confinamiento en marzo. Además, espera que todos los adultos estén vacunados al final del verano boreal.
Asimismo, las vacunas serán para las personas que estén en alto riesgo de contagio y clínicamente se les considere “extremadamente vulnerables”.
Para el primer ministro, esta ampliación es un “hito significativo” en la vacunación contra el coronavirus.
Hasta el momento, la campaña de vacunación estaba dirigida a las personas mayores de 80 años, a los hogares geriátricos y sus cuidadores y a todo el personal de salud.
El gobierno británico espera que 15 millones de personas estén vacunadas para mediados de febrero.
Finalmente, el primer ministro dijo: “Desde que comenzó la campaña de vacunación el 8 de diciembre, unos cuatro millones de personas han sido inoculadas”.