La democracia no es un juego, y así lo reiteró recientemente un tribunal judicial en Ecuador, el cual dictaminó que un ciudadano de ese país debía ir a la cárcel tras haber cometido el delito de ‘suplantación’, luego de que el pasado 5 de febrero, fecha en la que se realizaron las elecciones regionales y locales en ese país, fuera descubierto al intentar sufragar tomando el lugar de otra persona; incluso portando la cédula de este.
Según detallaron las autoridades de ese país, la persona sentenciada fue identificada como Kevin Javier B. P., a quien se descubrió siendo autor del delito de falso sufragio, incluso desde antes de que pudiera ejercer fraudulentamente el derecho al voto.
El hecho se presentó luego de que el ahora sentenciado a cárcel se presentara con la cédula de un primo para ejercer en su lugar el derecho al voto, en un país en el que existe una medida de sufragio ‘obligatorio’ para aquellos ciudadanos ubicados entre los 17 y 65 años de edad, mientras el que voto es facultativo u opcional para aquellas personas ubicadas entre los 16 y 17, y para los mayores de los 65 años.
En ese contexto, el hombre fue descubierto cuando, tras presentar la cédula de su primo al acercarse a la mesa de votación, uno de los jurados en ella, y en el debido ejercicio de su deber y función como garante de la transparencia electoral, se percató de que la persona que acudía a la mesa de votación no era la misma en la fotografía del documento
Tras advertir del caso a sus propios compañeros de puesto de votación, decidieron poner el caso en dominio de las autoridades policiales.
Una vez requerido por las autoridades por intentar suplantar a otro ciudadano, casualmente su familiar, el joven fue requisado y en su poder fueron encontrados varios certificados de votación, considerados documentos oficiales en Ecuador, lo que daba cuenta de una anomalía penalizada por el Consejo Nacional Electoral en su listado de delitos electorales.
Tras ser requerido y detenido por las autoridades policiales, el hombre, suplantador de votantes, fue puesto bajo órdenes de la Fiscalía General de su país, entidad que lo reseñó y comenzó el debido proceso de sanción, formulando entonces los debidos cargos por la comisión de delitos electorales.
Si bien el hecho fue denunciado y evidenciado desde el pasado 5 de febrero, la decisión de las autoridades de enviar a prisión al hombre se conoció hasta el pasado 24 de marzo, cuando las autoridades escucharon su testimonio e incluso su confesión sobre la responsabilidad en la ocurrencia del delito.
Así, tras conocer los hechos, las autoridades ecuatorianas determinaron el envío a prisión del hombre, quien ahora, por intentar votar tomando el lugar de su primo, deberá pagar una pena de 4 meses de prisión; pena que resultó incluso de la reducción de la sentencia en virtud de la confesión del delito.
Si bien el hombre fue condenado, las autoridades nunca explicaron si la persona que iba a ser suplantada en el ejercicio de la democracia conocía o no sobre las intenciones de este otro hombre, y en caso de ser así, qué castigo habría recibido.
En Ecuador, las personas que están obligadas a votar; y no acudan a ejercer su derecho y obligación ciudadana, están sometidos a la imposición de una multa equivalente al 10% de un salario básico o mínimo; lo cual actualmente equivaldría a 45 dólares, que ‘traducido’ a pesos colombianos equivale a 210.000 pesos aproximadamente.