Un grupo de policías resultaron heridos este viernes durante los choques con manifestantes antivacunas que se registraron en Londres, a medida que el Gobierno decide si amplía la vacunación contra la covid-19 a los niños entre 12 y 15 años.
Un grupo de manifestantes antivacunas intentó entrar por la tarde en el edificio de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA), en el barrio londinense de Canary Wharf. La MHRA es responsable de aprobar las distintas vacunas contra la covid-19 para su uso masivo.
La Policía Metropolitana afirmó haber desplegado “un número de agentes” para “proteger la entrada” del edificio.
Entonces, los manifestantes se trasladaron a South Kensington, otro barrio situado en el oeste de Londres, informó Scotland Yard en Twitter.
Allí, “varios manifestantes se pusieron violentos con la Policía. Cuatro de nuestros agentes resultaron heridos en los enfrentamientos”, tuiteó la Policía, denunciando el incidente como “inaceptable”. Luego indicó que diez personas habían sido detenidas.
El 23 de agosto, decenas de manifestantes opuestos a las restricciones contra el coronavirus y a la campaña de vacunación entraron por la fuerza en un edificio londinense que alberga la sede de ITN, donde se producen las noticias de los canales ITV, Channel 4 y Channel 5.
La protesta tuvo lugar cuando la campaña de vacunación acababa de ampliarse a los jóvenes de 16 a 17 años.
La vacunación contra la covid-19 no es obligatoria en el Reino Unido, país de 66 millones de habitantes que registró más de 133.000 muertes por coronavirus.
El movimiento contra las vacunas ha sido muy limitado en el país y cerca del 90 % de los adultos ha recibido al menos una dosis.
Hay preocupación mundial por el impacto de la variante delta en las personas vacunadas
Aunque el mundo creía que la batalla contra el coronavirus se iba a ganar con la llegada de las vacunas, las variantes de la covid-19 generaron un nuevo escenario en el que aún no hay información suficiente para saber cómo proceder.
Si bien los inmunizantes tienen una alta efectividad para evitar muertes y síntomas fuertes, aun contra la variante delta del virus, por el momento no hay información suficiente sobre los efectos de las inyecciones en la prevención del contagio de la covid-19.
De hecho, por lo que se ha visto en varios países, las personas vacunadas parecen contraer el coronavirus a una tasa alta. Además, aún se desconoce con qué frecuencia los inmunizados pueden transmitir el virus a otras personas.
En las últimas semanas, la preocupación de los científicos y expertos es que las personas vacunadas puedan ser más vulnerables a enfermedades graves de lo que se pensaba anteriormente.
De acuerdo con Bloomberg, hay una escasez de estudios científicos con respuestas concretas, lo que deja a los responsables de las políticas públicas y los ejecutivos corporativos formular planes basados en información fragmentada. Y es que en el manejo de la pandemia se ve de todo, ya hay líderes que han eliminado el uso obligatorio del tapabocas, mientras otros volvieron a revivir las restricciones a la movilidad.
“Tenemos que ser humildes acerca de lo que sabemos y lo que no sabemos. Hay algunas cosas que podemos decir definitivamente. Una es que esta es una pregunta difícil de abordar”, dijo a Bloomberg Tom Frieden, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Y es que sin una línea clara de salud pública, las personas vacunadas están confundidas sobre cómo actuar una vez son inmunizados. En contraste, los antivacunas sospechan cada vez más de las inyecciones al ver casos de brotes del virus en personas que ya habían sido vacunadas.
En lugar de respuestas, lo que ha surgido es una gran cantidad de estudios de casos que brindan imágenes algo diferentes de infecciones de avance. Las variables que incluyen cuándo se realizaron las encuestas, si la variante delta estaba presente, cuánta población fue vacunada e incluso cómo estaba el clima en ese momento dificultan la comparación de los resultados y los patrones de sospecha.
Uno de los brotes más conocidos entre las personas vacunadas ocurrió en la pequeña ciudad costera de Provincetown, Massachusetts (Estados Unidos), cuando miles de personas vacunadas y no vacunadas se reunieron en pistas de baile y en fiestas en casa durante el fin de semana del 4 de julio para celebrar la independencia de Estados Unidos. Aproximadamente, tres cuartas partes de las 469 infecciones se produjeron entre personas vacunadas.
Con información de la AFP.