Ya casi se cumplen dos meses desde que Rusia, por orden del presidente Vladimir Putin, inició su invasión a Ucrania.

Este conflicto bélico que ha puesto en jaque a una gran parte del mundo, tanto por las consecuencias económicas como sociales que esta guerra significa, ya ha dejado, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 1.325 civiles muertos. Sin embargo, la organización internacional ha aclarado que esta cifra podría ser mayor, debido a las dificultades que actualmente se presenta en la comunicación hacia y desde Ucrania.

No obstante, sumado a esta situación se ha hablado de varios crímenes de guerra perpetrados por las Fuerzas Armadas rusas, así como las humillaciones por las que han tenido que pasar varios de los prisioneros de guerra en su poder.

Esto se pudo demostrar el pasado 1 de abril, cuando los gobiernos de ambos países en disputa accedieron a un intercambio de personas, tras llegar a un acuerdo en medio de las negociaciones de paz que se gestan entre representantes de estas dos naciones.

En el intercambio fueron liberados por el Ejército ruso 86 soldados ucranianos, de los cuales 15 son mujeres. Afortunadamente, según explicó el representante de la oficina de la Presidencia, Kyrylo Tymoshenko, los liberados llegaron en buen estado a territorio ucraniano, pero notaron algo fuera de lo común: las mujeres, tal como se hace con los hombres, fueron rapadas.

Las imágenes se difundieron el pasado 3 de abril por las mismas autoridades de Ucrania, las cuales denunciaron humillaciones por parte de los rusos en contra de las militares enemigas.

“Nuestros prisioneros fueron devueltos: 86 militares, incluidas 15 mujeres. Fueron rapadas a la fuerza como señal de humillación, arrogancia y desprecio”, escribió en Facebook el jefe del comité de derechos humanos en el parlamento de Ucrania, Dmytro Lubinets.

En la publicación que hizo en la red social, Lubinets incluso comparó esta situación con lo que se veía en la Segunda Guerra Mundial, específicamente en los campos de concentración gestados por el nazismo en Europa. “Raparon a los prisioneros y luego usaron su cabello. Entonces, ¿en qué se diferencian las acciones de los ocupantes rusos de las de los nazis? ¡Nada! ¡Son aún peores, sorprende!”, añadió.

Cabe recordar que la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha considerado todas estas situaciones como crímenes de guerra por parte de Rusia, incluyendo, por supuesto, el “genocidio” (como lo tituló el presidente ucraniano, Volodimír Zelensky) reportado por las autoridades en Bucha, ciudad cercana a la capital Kiev.

En los últimos días se filtraron algunas imágenes en las que se observa un gran número de cadáveres regados por la ciudad, algunos atados de manos, lo que demuestra las torturas a las que fueron sometidos los civiles por cuenta de los soldados rusos.

Además, la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, aseguró el pasado 4 de abril, que también se han hallado varias fosas comunes, de las cuales ya se han podido desenterrar al menos 410 cuerpos de ciudadanos asesinados por el Ejército invasor.

“Los informes que surgen de esta y otras áreas plantean preguntas serias e inquietantes sobre posibles crímenes de guerra, violaciones graves del derecho internacional humanitario y violaciones graves del Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, dijo Bachelet.

Asimismo, indicó que “es de vital importancia que se lleven a cabo todos los esfuerzos necesarios para una investigación efectiva e independiente sobre lo sucedido en Bucha para garantizar la verdad, la justicia y la responsabilidad penal a medida que se intenta reparar a las víctimas y sus familiares”.

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