Protestas y barricadas en el centro de Santiago y un llamado del presidente Gabriel Boric al diálogo para avanzar en las reformas marcaron este martes el tercer aniversario del estallido social que sacudió Chile con multitudinarias manifestaciones en reclamo de mayor igualdad.
Centenares de personas, en su mayoría estudiantes, se congregaron en las cercanías de la plaza Baquedano, epicentro de las movilizaciones y rebautizada como “plaza de la Dignidad” hace tres años. El 18 de octubre de 2019, el aumento de la tarifa del metro en Santiago desencadenó protestas estudiantiles que derivaron en fuertes choques con policías antimotines.
Fue el detonante de un violento estallido social en todo el país, el peor desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que rápidamente se amplió contra todo el modelo económico. Algunas de las protestas contra el entonces gobierno del derechista Sebastián Piñera incluyeron ataques incendiarios al metro capitalino y saqueos al comercio.
El saldo fue una treintena de muertos y cerca de 400 personas con heridas oculares por acciones de las fuerzas de seguridad, que denunciaron también que miles de agentes resultaron heridos.
“No hemos ganado nada”
La plaza Baquedano albergó las más multitudinarias de las 345 movilizaciones que se registraron entre el 18 de octubre de 2019 y el 20 de marzo de 2020, cuando la pandemia de coronavirus llegó al país y detuvo la efervescencia social, según un recuento del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
Los manifestantes interrumpieron este martes el tránsito sobre la céntrica Avenida Alameda, y varias estaciones del ferrocarril metropolitano -cercanas a la Plaza Baquedano- debieron cerrar sus puertas por desórdenes en el exterior.
“El 18 de octubre es una fecha importante para todos los chilenos. No ha pasado en Chile nada desde hace tres años hasta la fecha; seguimos con lo mismo”, dice a la AFP Hugo, un taxista, sobre sus razones para manifestarse.
Los mismos argumentos esgrime la trabajadora social Andrea Gómez: “Seguimos en lo mismo, no hemos ganado nada”, afirma a la AFP. Temprano este martes se produjeron barricadas incendiarias en zonas periféricas de Santiago, como los barrios de Quilicura, Cerro Navia y Peñalolén, pero no se reportaron mayores incidentes, de acuerdo a la Policía, que desplegó a 25.000 efectivos para resguardar las calles de todo el país durante la jornada.
El comercio cerró más temprano o no abrió sus puertas en el centro de Santiago, donde se espera que la concurrencia a las manifestaciones se incremente durante la tarde.
El tercer aniversario del “estallido social” tiene lugar un mes y medio después de que un 62% de la población rechazara la propuesta de nueva Constitución que elaboró durante un año una Convención Constitucional para dar respuesta a las demandas de mayor equidad social de los chilenos.
Boric pide diálogo
El presidente de izquierda, Gabriel Boric, ofreció un discurso en el que pidió un diálogo para concretar las reformas que motivaron las manifestaciones hace tres años. Aseguró que “ha habido esfuerzos” pero “todavía no concretamos las reformas que resuelvan la debilidad de los derechos sociales de los chilenos y chilenas”.
“El estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, fue una pura ola de delincuencia”, dijo. “Fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad que la política, de la cual somos parte, no ha sabido interpretar ni dar respuestas”, agregó Boric, exlíder estudiantil que en 2019 era diputado y apoyaba las manifestaciones.
“Estallido social fue un campo fértil para la expansión de conductas violentas destructivas, que también han dejado víctimas y secuelas (...) Esa violencia se volvió contra las propias causas del estallido al producir una creciente ola de rechazo en la sociedad, cansada de ver cómo el vandalismo destruye los barrios, el comercio y el patrimonio”, apuntó Boric.
El presidente chileno, quien asumió el 11 de marzo, se comprometió a construir “puentes de diálogo con sectores políticos que no piensan igual que nosotros” para avanzar en una mejor educación pública, salud universal y mejores pensiones.
Con información de AFP.