La visita de Nicolás Maduro, líder del régimen venezolano a la localidad de Guatire, en el estado Miranda, en su país, desató todo tipo de polémicas por los videos que circularon en redes sociales y que rápidamente se hicieron virales.
La llegada de Maduro a ese lugar fue registrada por los medios afines a su gobierno y por algunas personas que estaban allí para presenciar lo que sería la entrega de la vivienda número 4 millones 900 mil por parte del régimen a los ciudadanos venezolanos.
Debido a esto, la visita de Maduro debía ser difundida con bombos y platillos en un momento en el que la tensión en el vecino país está a flor de piel por la contienda electoral que se avecina y en la que parece que al oficialismo le costaría canjear el supuesto apoyo que tiene en las calles por los votos en las urnas para seguir al mando de Venezuela.
Debido a esto, las imágenes publicadas por los fieles a su mandato mostraban un multitudinario recibimiento en las calles de esa localidad, lo que incluso habría obligado a Maduro a romper el protocolo para que, en medio de arengas y gritos de los ciudadanos, él se dispusiera a bajarse de su vehículo, subirse al techo, saludar a sus seguidores y hasta bailar.
Lo curioso del hecho es que aunque las tomas, en planos cerrados, muestran un apoteósico recibimiento, la verdad sería otra y se puede evidenciar con las imágenes logradas por personas que estaban a una distancia considerable y que dejan en entredicho el supuesto clamor con el que recibieron a Maduro en ese acto público.
Los videos, al parecer grabados desde una torre elevada, dejan ver que en realidad la multitudinaria manifestación que salió a las calles de Guatire correspondía a no más de 100 personas que rodearon la caravana en la que llegó Maduro.
Claramente, al cerrar los planos, la impresión que deja la televisión oficial es otra; sin embargo, al comparar ambos videos es evidente la diferencia entre lo que mostró el gobierno de Maduro y lo que realmente pasó, por lo que se refuerza mucho más la tesis, en medio de la época electoral, que el chavismo cada vez tiene menos seguidores en el vecino país y que se valen de estrategias como estas para intentar recuperar la popularidad que han venido perdiendo en los últimos años.
El candidato que ha puesto a tambalear a Nicolás Maduro
Desde que fue ratificado como el sustituto de María Corina Machado para enfrentar en las elecciones venezolanas al presidente Nicolás Maduro, Edmundo González Urrutia no ha hablado en público o redes sociales. Opta por la discreción, cualidad excepcional para su carrera diplomática; en campaña contra el chavismo, está por verse.
González, de 74 años y embajador en Argelia y Argentina hasta 2002, ya estaba inscrito como candidato “provisional” mientras la alianza Plataforma Unitaria Democrática (PUD) decidía un candidato unitario tras el veto a la postulación de la académica Coria Yoris, primera opción de Machado.
La coalición opositora decidió “por unanimidad aprobar” su postulación definitiva, dijo a la prensa Omar Barboza, secretario general de la PUD. “Hemos escogido al próximo presidente de la República”, celebró. González no estuvo en el anuncio, tampoco reaccionó en sus redes sociales, inactivas desde 2017, salvo una corta publicación en X, el 31 de marzo, días después de inscribirse como “candidato tapa”, para advertir que alguien se había “tomado la libertad de abrir una cuenta no autorizada”.
En ese perfil, se presenta como diplomático, analista internacional y escritor. Desde su anuncio, la cuenta subió de unos 7.000 seguidores a unos 30.000. Nunca compitió por un cargo de elección popular; ser el centro de una campaña como la presidencial es nuevo. Su silencio y discreción contrastan con un ruidoso chavismo y un Maduro beligerante, cuya imagen es ensalzada en la televisión estatal, autopistas, aeropuertos y redes sociales como TikTok.
“González es la antítesis del chavismo, del madurismo y del politiquero tradicional. Es un hombre culto, honesto, familiar, sin dobleces y sin pizca de populismo”, escribió el analista José Toro Hardy. “El mayor activo de Edmundo González es su desconocimiento (entre la población), porque implica un nivel muy bajo de rechazo y mucha posibilidad de crecimiento ante el rechazo (en encuestas) a Maduro”, señaló por su parte Omar Vásquez Heredia, doctor en ciencias políticas e investigador.