Esta semana, la jueza federal de distrito de Chicago, Sharon Johnson Coleman, condenó a 10 años de cárcel a alias La Patrona, la mujer que tuvo el mayor rango en la estructura criminal del Cartel de Sinaloa que era dirigido por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Se trata de Guadalupe Fernández Valencia, de 60 años, quien fue sentenciada por el tribunal federal debido a su papel como traficante de drogas con el famoso cartel, una sentencia que fue vista por medios internacionales como leve dada su cooperación.
De acuerdo con lo relatado por el medio Chicago-SunTimes‚ una vez conoció su sentencia, Fernández Valencia no pudo aguantar el llanto y le pidió perdón a su familia: “Ojalá pudiera encontrar las palabras para convencerte de cuánto lo siento. Quiero aprovechar esta oportunidad para pedir perdón a mis hijos y a mi familia’’.
Coleman dijo que 10 años es un castigo “de alguna consecuencia” dada la edad de Fernández Valencia. El juez también calificó al cartel de Sinaloa una vez dirigido por El Chapo Guzmán Loera como una “empresa malvada”.
Igualmente, advirtió que la voluntad de Fernández Valencia de trabajar con el gobierno federal dándoles información de los movimientos de droga podría poner un objetivo no solo en ella, sino en sus hijos y familia en general.
Sin embargo, debido al tiempo que ya lleva cumplido y su buen comportamiento, la mujer podría quedar en libertad en tan solo tres años.
Esposa del Chapo delataría a los capos del cartel
A inicios de este años, la esposa del excapo de la droga mexicano quedó detenida sin derecho a fianza en Estados Unidos, luego de comparecer ante una jueza federal tras ser arrestada en las afueras de Washington por cargos de narcotráfico.
Emma Coronel Aispuro, de 31 años, enfrenta un mínimo de 10 años y un máximo de cadena perpetua en Estados Unidos por su participación en el tráfico de estupefacientes del Cartel de Sinaloa, liderado por su marido, dijo la jueza Robin Meriweather, del tribunal federal para el Distrito de Columbia. La magistrada dijo que además se le podría imponer una multa de 10 millones de dólares.
De acuerdo con The New York Post, la mujer decidió cooperar con la justicia de Estados Unidos y está dispuesta a delatar a los capos del poderoso Cartel de Sinaloa, incluyendo a sus hijastros.
“Definitivamente está cooperando”, dijo una fuente de las fuerzas del orden federal a The Post, y agregó que la esposa de Guzmán es una probable candidata para la protección de testigos”, escribió el medio neoyorquino.
“Emma quiere alejarse de la violencia y siempre ha querido vivir en Estados Unidos”, agregó la fuente de The New York Post que enfatiza en que la mujer tiene nacionalidad mexicana y estadounidense.
Antes de todo ese caos, su vida, rodeada de misterio, es objeto de fascinación desde que Coronel, 32 años menor que su marido, se convirtió en un personaje clave del juicio de Guzmán en Nueva York hace dos años, que culminó con una sentencia a cadena perpetua del poderoso exjefe del cartel de Sinaloa.
Alta y de largo cabello lacio y negro, vestida con ropa ajustada y tacones, muy maquillada, Coronel sonrió y envió besos al Chapo desde la segunda fila del tribunal casi cada día durante tres meses.
Era el único contacto posible, ya que las autoridades prohibieron que visitara o llamara por teléfono a su marido en prisión y el juez ni siquiera permitió que se abrazaran una última vez en la corte.
A veces llevaba al juicio a las pequeñas gemelas de ambos, Emali Guadalupe y María Joaquina, entonces de siete años, para que vieran a su padre. A veces publicaba en sus redes sociales las fotos que la prensa le sacaba al ingresar a la corte, u otras modelando, esquiando o tomando vino. Todo ello la ha convertido en un foco de los medios y de las redes.