Un jurado federal de Estados Unidos acusó este miércoles a Joe Sullivan, el exjefe de seguridad de Uber, luego de que este no revelara ante los reguladores gubernamentales, la violación de los registros de clientes y conductores.

En tal sentido, Sullivan fue hallado culpable de un cargo de obstrucción de la investigación de la Comisión Federal de Comercio y un cargo de mala interpretación o acto para ocultar un delito grave a las autoridades.

Vale recordar que en 2016, mientras la Comisión Federal de Comercio investigaba a Uber por una violación anterior de sus sistemas en línea, el hoy condenado sabía una nueva violación que afectó las cuentas de Uber de más de 57 millones de pasajeros y conductores.

“Aunque claramente no estamos de acuerdo con el veredicto del jurado, apreciamos su dedicación y esfuerzo en este caso (...). El único enfoque del Sr. Sullivan, en este incidente y a lo largo de su distinguida carrera, ha sido garantizar la seguridad de los datos personales de las personas en Internet”, dijo David Angeli, abogado del Sullivan, tras el juicio que concluyó el pasado viernes.

En medio del juicio, el exjefe de seguridad de Uber fue acusado por la Comisión Federal de Comercio porque investigó una violación de las regulaciones en línea de Uber en 2014.

Aseguran que transcurrido días después del depósito, el hombre recibió un correo electrónico de un hacker que afirmaba haber descubierto otra vulnerabilidad en sus sistemas.

Sin embargo, Uber no reveló públicamente el incidente, ni notificó a la Comisión Federal de Comercio hasta que su nuevo director ejecutivo, Dara Khosrowshahi, se unió a la empresa en 2017. Luego, los piratas informáticos se declararon culpables del ataque en octubre de 2019.

Por lo tanto, los fiscales señalaron que Sullivan efectivamente sabía que la divulgación del nuevo hackeo extendería la investigación de la FTC y dañaría su reputación, y, por lo tanto, ocultó el hackeo a la Comisión Federal de Comercio.

También señalan que Sullivan no reveló el hackeo del fiscal general de Uber en 2016, según testimonios y documentos judiciales.

Culminado el juicio, Joel Olson, uno de los miembros del jurado, indicó que las pruebas con las que cuenta demostraría que Sullivan había ocultado la violación a las autoridades. “Todos estaban claramente fechados, cronometrados y documentados”, aseveró.

Uber deberá corregir procesos de selección, identificación y control de los conductores

Un fuerte llamado de atención le hizo en días pasados la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá a la plataforma Uber para que se aumenten los controles y filtros para la contratación de los conductores. Esto con el fin de que no se presenten hechos como el registrado el 23 de febrero de 2019, cuando una menor de 14 años de edad fue abusada sexualmente por un hombre que había “comprado cuentas” para trabajar con la aplicación móvil.

Para la Sala, es evidente la falta de control y vacíos que permiten que otras personas conduzcan los vehículos adscritos a Uber. En el caso materia de juzgamiento, el hombre identificado como Enrique Gutiérrez Arciniegas compró una cuenta para seguir trabajando y recibiendo servicios, situación del todo desconocida por parte de los usuarios.

En el desarrollo del juicio se estableció que existieron diversas irregularidades en el servicio que le fue notificado a la madre de la menor que utilizó la plataforma para que la trasladaran desde la Clínica Colsubsidio, ubicada en el barrio Roma, en la localidad de Kennedy, hasta su lugar de residencia.

En ese momento, la plataforma le informó que el vehículo Renault Symbol, de color gris, placa BOV-528, realizaría el viaje. Cuando llegó al lugar de recogida, el hombre se identificó como Daniel.

Sin embargo, las pruebas recolectadas permitieron establecer que Gutiérrez Arciniegas, en teoría, estaba bloqueado para trabajar como socio conductor en Uber. Aprovechando un vacío del contrato, “compraba cuentas para trabajar en esa plataforma, es decir, un nombre, un usuario y una contraseña”, como lo manifestó un testigo.

Esto no solo le permitió cometer la conducta punible mientras prestaba el servicio ofrecido por la plataforma, sino ocultarse, puesto que cuando se abrió la investigación fue más difícil saber quién era la persona que conducía el vehículo de placas BOV-528, pues “la fotografía correspondía a otra persona, el propietario del rodante es otro”.

“En el juicio se conocieron las múltiples irregularidades y falencias en el proceso de selección, identificación y control de los socios conductores, por parte de Uber, lo cual facilitó que Enrique Gutiérrez Arciniegas cometiera la conducta punible mientras prestaba el servicio ofrecido”, destaca el fallo.

Para que no se repita este tipo de situaciones, se le envió copia del fallo condenatorio a la oficina de Uber en Colombia para que adopte medidas tendientes a “evitar que se presenten lamentables casos como el que se conoce en este asunto”.

Gutiérrez Arciniegas fue sentenciado a 13 años de prisión en fallo de segunda instancia por el delito de acceso carnal violento en calidad de autor. En la decisión se advierte que existen pruebas suficientes para inferir que el hombre recogió a la menor en el punto marcado por la plataforma.

En medio del recorrido, le hizo varias preguntas a la menor relacionadas con su edad, su nivel de estudio, si tenía novio. Debido a que estaba sentada en el puesto del copiloto, el hombre aprovechó para tocarle las manos y las piernas.

Pocas cuadras antes de llegar al destino, paró el vehículo para besarla y tocarla. La menor intentó bajarse y salir corriendo, pero el conductor ejerció la fuerza.