Un oficial de policía jubilado de Nueva York y dos ciudadanos chinos fueron condenados el martes por su participación, en un plan para repatriar por la fuerza a chinos residentes en Estados Unidos conocido como “Operación Fox Hunt”.
Michael McMahon, de 55 años, junto a Zhu Yong (66) y Zheng Congying (27), fueron declarados culpables por un jurado federal después de un proceso de tres semanas, indicó el fiscal federal para el Distrito Este de Nueva York en un comunicado.
McMahon, un sargento de policía retirado convertido en investigador privado, fue condenado por actuar como agente del gobierno chino, conspiración para cometer acoso en varios estados y por acoso interestatal.
De su lado, Zhu, residente del distrito de Queens, fue condenado por los mismos cargos, mientras que Zheng Congying, radicado en el de Brooklyn, fue condenado por conspiración para cometer acoso interestatal y acoso en varios estados.
La Oficina del Fiscal de Estados Unidos indicó que McMahon y Zhu, bajo órdenes de funcionarios del gobierno chino, emprendieron una campaña para “hostigar, acechar y coaccionar” a residentes en el territorio estadounidense para que regresaran a China.
El esquema fue parte de un “esfuerzo de repatriación global e ilegal de China conocido como ‘Operación Fox Hunt’”, dijo.
“Esperamos que este veredicto sirva como un mensaje para otros operadores en Estados Unidos que trabajan ahora a instancias de la República Popular China en su esfuerzo por silenciar a quienes hablan en contra”, indicó por su parte el agente especial del FBI, James Dennehy.
McMahon enfrenta hasta 20 años de prisión, en tanto Zhu sería podría tener una sentencia de hasta 25 años de cárcel y Zheng de hasta 10 años.
En los últimos años, la justicia de Estados Unidos ya ha procesado a varios ciudadanos chinos en investigaciones sobre la vigilancia y el acoso contra personas disidentes chinas que viven en Estados Unidos, aunque Pekín sostiene que las operaciones son parte de una campaña anticorrupción.
Según las autoridades estadounidenses, la denominada Operación Fox Hunt de Pekín, se vale de “escuadrones de repatriación” para lograr su cometido.
Pekín ha defendido la operación como parte de una campaña anticorrupción que busca que presuntos fugitivos chinos en todo el mundo enfrenten cargos en China.
Pero según las autoridades estadounidenses, en muchos casos se trata de opositores al gobierno chino.
El año pasado, cuando siete personas fueron acusadas del mismo delito, el departamento de Justicia declaró que “Estados Unidos contrarrestará con firmeza esas violaciones escandalosas de la soberanía nacional y procesará a las personas que actúen como agentes ilegales de estados extranjeros”
A su turno el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, condenó el viernes la acusación y dijo que Pekín estaba involucrada en “combatir crímenes, repatriar fugitivos y recuperar ganancias ilegales” y esto cuenta con el apoyo de la comunidad internacional.
“Al hacer esas acusaciones, Estados Unidos niega hechos básicos y desacredita los esfuerzos de aplicación de la ley en China”, subrayó Wang. “Nos oponemos firmemente”, sentenció.
Con información de AFP.