Este lunes 31 de julio, las autoridades japonesas informaron que Kyota Hattori, el hombre que fue reconocido mundialmente por apuñalar a una persona mayor en un tren de Tokio y luego prendió un fuego en la noche de Halloween de 2021 vestido como el personaje de cómics Joker, fue condenado a 23 años de prisión.
El Tribunal de Distrito de Tachikawa, en Tokio, condenó a Hattori, de 26 años, tras contrastar que apuñaló al anciano en el pecho e intentó matar a otras diez personas rociándoles con líquido inflamable de mechero y prendiéndoles fuego a las 20:00 horas del 31 de octubre de 2021, informa la agencia de noticias japonesa Kiodo.
La Fiscalía había solicitado 25 años de prisión por el asesinato en grado de tentativa de doce pasajeros del tren, pero el tribunal finalmente le rebajó a diez los cargos de asesinato en grado de tentativa, según explicó el juez Yu Takeshita en el dictamen.
Hattori y su defensa reconocieron el apuñalamiento y el incendio intencionado, pero cuestionaron la cifra de pasajeros cuya vida corrió peligro por el fuego.
La Fiscalía en cambio indicó que pretendía matar indiscriminadamente para conseguir ser condenado a muerte y que “sus motivos eran egoístas”, ya que consideraba que su vida era “insignificante” y planificó cuidadosamente el ataque como una forma de suicidio. La víctima principal resultó herida de carácter crítico y necesitó de tres meses de tratamiento.
Es de recordar que en ese momento el ataque provocó el pánico de pasajeros y los videos difundidos en redes sociales muestran a la gente saliendo por las ventanillas de emergencia apresuradamente después de que el tren parara en la estación de Kokuryo y las puertas no se abrieran de inmediato.
Ese día el joven vistió un traje de color morado con camisa verde, parecido al empleado por el Joker, conocido villano de ficción. Fue detenido sin oponer resistencia, según las autoridades y al momento se explicó que “quería matar a gente y ser condenado a muerte”. Por eso quería asesinar a dos o más personas. Además, confesó haber esparcido líquido de recarga de mechero para provocar el incendio.
Uno de los pasajeros relató que vio el cuchillo ensangrentado y pensó que se trataba de un disfraz de Halloween. Otro explicó que pudo ver a una mujer “llorando y temblando”. “Creía que iba a morir”, explicó en ese momento, ya que le recordaba el ataque con gas sarín perpetrado en el metro de Tokio en 1995 por la secta Verdad Suprema (Aum Shinrikyo) en el que murieron 14 personas y 6.000 resultaron afectadas.
Japón se niega a llevar a ‘Oppenheimer’ a sus salas de cine
La crítica especializada y el público en buena parte del mundo se han rendido a los pies de la más reciente película del afamado director británico Christopher Nolan, Oppenheimer, un estremecedor relato de tres horas sobre el padre de la bomba atómica.
Se trata de una historia que devuelve a la humanidad a los tiempos del presidente estadounidense Harry S. Truman, quien dio la orden, el 6 y el 9 de agosto de 1945, de lanzar dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, con las fuerzas nazis derrotadas y con la intención de doblegar a un Ejército japonés débil, pero obstinado, y ante la amenaza de la Unión Soviética como potencia mundial y competencia.
Pero, a pesar de su impecable factura cinematográfica, otros son los sentimientos que por estos días existen en Japón, que se alista, como cado año, desde 1945, a conmemorar un aniversario más de los bombardeos nucleares.
Por ello, Japón no ha confirmado hasta el momento cuándo podría llegar la aclamada película a sus salas de cine. Mientras tanto, algunas distribuidoras locales alegan que todavía están a la espera de ver cuál es la recepción que recibe a nivel internacional, algo habitual en el país asiático para los blockbuster (éxitos en taquilla).
Es que es frecuente que las películas extranjeras se estrenen en Japón, un país con una importante industria cinematográfica local, meses o incluso hasta un año después que en el resto del mundo, lo que permite a los cines de ese país optar por estrenos más modestos y en un número menor de salas si la película no termina de funcionar en otros países.
Este podría ser el caso de Oppenheimer. Sin embargo, algunos expertos consideran que las distribuidoras niponas estarían esperando a que se pase el aniversario de los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki, que se produjeron el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente, al considerar de mal gusto hablar de un posible estreno del filme antes de estas dolorosas fechas para los japoneses.
*Con información de Europa Press.