Las autoridades en Bélgica dieron a conocer una curiosa incautación en un lote de conejos de Pascua que tenía como destino la isla de Hong Kong, territorio autónomo del sureste de China.
De acuerdo con el oficial de aduanas, Pol Meuleneire, al inspeccionar la mercancía que iba a ser despachada desde el aeropuerto de Bruselas, observó algo sospechoso en una de las cajas. Decidió salir de las dudas, descubriendo que en el interior de lo que parecían unos deliciosos conejos de chocolate, había trozos sólidos de MDMA, materia prima para la fabricación de pastillas de éxtasis.
El funcionario indicó que al pasar el escáner Raman para verificar la presencia de sustancias prohibidas, la pantalla de dispositivo parpadeó en verde y tras completar el análisis arrojó una alerta.
“¿Ves? Es MDMA puro”, dijo el hombre de 61 años de edad, al tiempo que manifestó: “Así que aquí tenemos, veamos (...) uno o dos kilogramos de esto. Con un kilogramo se hacen seis mil pastillas de éxtasis”.
Meuleniere, que se jubilará dentro de unos meses después de 43 años en el servicio de aduanas de Bélgica, dijo que cuando comenzó su carrera estaba emocionado de encontrar 10 gramos de cannabis en una carta. Ahora, su espacio de trabajo en un bloque de oficinas en la zona de carga del aeropuerto de Bruselas está repleto de paquetes sospechosos, bolsas y frascos de píldoras y polvos ilegales.
Al igual que de recuerdos de incautaciones hechas, entre los que figuran retratos de Jesucristo con marcos llenos de droga, osos de peluche repletos de pastillas y tubos de cobre con tranquilizantes veterinarios.
Vale la pena destacar que esta no fue la única incautación que realizó el oficial de aduanas, debido a que varios paquetes que se encontraban a la espera de revisión, al someterlos a las mismas pruebas que a los conejos de Pascua, dieron positivo en sustancias prohibidas.
Ese fue el caso de una lonchera con la marca Peppa Pig, con destino a Nueva Zelanda, que parecía inofensiva, pero el empaque en el que se transportaba se veía demasiado pesado para ser solamente cartón y plástico. En su interior había ketamina, un anestésico mal utilizado como droga recreativa y una de las exportaciones ilegales de más rápido crecimiento a través del depósito postal del aeropuerto.
Igualmente, se descubrió que el juego de química de un juguete infantil para estudiar el crecimiento de los cristales contenía una bolsa envuelta en plástico con metanfetamina, un estimulante sintético ilegal y adictivo.
También hay cocaína, colocada en paquetes de plástico entre capas dobles de embalaje de cartón, lo que hace que el paquete sea sospechosamente pesado para un experimentado oficial de aduanas.
Amberes, en Bélgica, es el principal puerto de entrada a Europa para la cocaína latinoamericana, pero parte de esta se reexporta simplemente por correo a países como Australia, donde alcanza un precio de venta más alto.
Esos grupos latinoamericanos exportan narcóticos de origen vegetal, como la cocaína, a Europa, y a su vez importan drogas sintéticas como la metanfetamina desde laboratorios europeos. Pero la mayoría de las exportaciones por correo son de drogas sintéticas fabricadas en laboratorios clandestinos y plantas farmacéuticas encubiertas en Bélgica y, especialmente, según funcionarios belgas, en Países Bajos.
La ketamina, la MDMA y la metanfetamina se disfrazan en objetos cotidianos o se envasan en frascos marcados como suplementos vitamínicos legales y luego se envían por correo desde oficinas postales ordinarias de Bélgica, Francia y Alemania.
“En 2022 llegamos a casi seis toneladas de drogas incautadas aquí en el aeropuerto”, puntualizó Florence Angelici, portavoz del servicio financiero federal SPF; destacó, además, que estas sustancias ilícitas salen hacia cualquier parte del mundo, debido a que hoy día “las personas pueden hacer pedidos en línea en la ‘internet profunda’ con unos pocos clics y pueden decidir lo que quieren y recibirlo en sus hogares”.
*Con información de la AFP.