La muerte del líder guerrillero Osvaldo Villalba y de otro miembro del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) fue anunciada por el presidente Mario Abdo Benítez y la policía el domingo 23 de octubre.
“Tres miembros del EPP, identificados como Osvaldo Daniel Villalba, alias comandante Alexander; Luciano Argüello, y un indígena con el alias de Simón, fueron abatidos por los militares en la zona de Cerro Guazú, departamento de Amambay, el domingo”, dijo el jefe antisecuestros, comisario Nimio Cardozo, en declaraciones a periodistas este lunes 24 de octubre.
Abdo anunció el domingo que las muertes de los insurgentes a manos de las fuerzas armadas se produjeron “después de un año y más de trabajo de inteligencia”. Así mismo, el mandatario volvió a “hacer un llamado para que haya paz en el Paraguay” e incitó a los insurgentes de la banda que quedan en el norte a que se entregara a la justicia: “Que depongan las armas y nosotros les damos todas las garantías de someterse al debido proceso”, sostuvo Abdo.
El EPP, que tiene influencias de la teología de la liberación, es una escisión del partido Patria Libre, fundado en 1990, que se autodefine como marxista y antimperialista, y que participó en comicios hace 20 años.
Una recompensa
Cardozo precisó que el enfrentamiento con miembros del EPP se produjo la tarde del domingo en las faldas del Guasú, considerado por los indígenas un cerro sagrado, ubicado 500 km al noreste de Asunción.
Horas antes del suceso, “los del EPP ejecutaron a dos personas de la comunidad indígena Pai Taviterá acusados de filtrar información” a los militares sobre el grupo armado y Villalba, por quien el gobierno ofrecía una recompensa de 150.000 dólares, relató el fiscal a cargo del hecho, Lorenzo Lezcano.
Un tercer indígena herido de gravedad fue trasladado a la capital e ingresado a una unidad de cuidados intensivos, agregó el fiscal. “No hubo bajas ni heridos en las fuerzas militares”, dijo el portavoz militar, teniente coronel Luis Apezteguía.
Asesinatos a gran escala
Se trata de la operación “más importante” efectuada contra el EPP desde que comenzó a operar en el norte del país en 2008, destacó el comisario Cardozo. En esto, las autoridades atribuyen al EPP unas 80 muertes de civiles, policías y militares desde entonces, además de una veintena de secuestros y extorsiones periódicas a ganaderos.
El criminólogo Juan Martens le dijo a la AFP que la muerte de Villalba “es el golpe más fuerte que sufre el EPP”. Estimó que “puede ser el principio del fin del grupo” y Beatriz Denis, hija del exvicepresidente de Paraguay Óscar Denis (2012-2013), dijo que la caída del líder del EPP podría arrojar datos para localizar a su padre, secuestrado hace dos años. “En la familia estamos con mucha expectativa”, señaló.
Cabe resaltar que el último atentado atribuido al grupo liderado por Villalba dejó tres militares heridos el 27 de abril de este año y las fuerzas de seguridad buscan dar con el paradero del ganadero Félix Urbieta, de 72 años y desaparecido en 2016, y del policía Edelio Morínigo, secuestrado en 2014.
Villalba era considerado el soberano del EPP junto a su exesposa Magna Meza y, en septiembre de 2020, una hija de sus hijas y una sobrina, ambas de 11 años, fueron abatidas en el ataque de las fuerzas militares a un campamento del EPP. Esto hizo que el gobierno argentino de Alberto Fernández, además de oenegés de derechos humanos, reclamara el esclarecimiento del suceso, entendiendo que ambas habían obtenido la nacionalidad argentina.
La otra niña fallecida era hija de Carmen Villalba, de 50 años, y de Alcides Oviedo, de 52, fundadores del EPP. Ambos están presos por el secuestro y asesinato de la hija del expresidente Raúl Cubas en 2004, para lo que el fiscal Federico Delfino, a cargo de la investigación, dijo que durante el operativo las menores “se encontraban en las dos primeras líneas de fuego”, a modo de escudo de defensa, para que los líderes de la banda pudieran huir.
*Con información de AFP.