La tensión entre Teherán y Washington no para de crecer desde el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, el pasado viernes, en un bombardeo estadounidense en Bagdad. Desde entonces, mareas humanas inundan las calles de Ahvaz y de Mashhad debido a los tres días de homenaje nacional al alto militar.

Este lunes, la muchedumbre se congregó en la Universidad de Teherán, donde el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, rezó por el comandante. La televisión local habló de "varios millones" de personas en la calle, y anunció una "resurrección sin precedentes de la capital iraní". Durante el evento, su hija, Zeinab, prometió venganza. "Loco Trump, símbolo de la ignorancia, esclavo de los sionistas, no creas que el martirio de mi padre terminará todo", dijo. La muerte, advirtió, traerá a USA un "día oscuro". 

Por su parte, el ministro de Exteriores de Irán, Javad Zarif, publicó una postal del evento para dirigirse al presidente estadounidense. "¿Alguna vez has visto un mar de humanidad así en tu vida? ¿Aún querrás escuchar a los payasos que te aconsejan en cuanto a la región?", escribió en Twitter. El sucesor de Suleimani, el general Esmail Ghaani, también envió sus advertencias. "Dios todopoderoso ha prometido vengarse, y es Dios el principal vengador". Agregó que su país "ciertamente tomará acciones." "No tendrán un arma nuclear"  Al otro lado del mundo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió este lunes que no permitirá que Irán obtenga un arma nuclear. Esto ocurre un día después de que Teherán anunciara su decisión de ignorar los límites impuestos a su programa de enriquecimiento de uranio. "Irán nunca tendrá el arma nuclear", escribió en un tuit redactado en mayúsculas.

Trump retiró en 2018 a Estados Unidos de un acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre la República Islámica y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia), además de Alemania. En ese pacto, Irán había aceptado reducir drásticamente sus actividades nucleares para demostrar que no tenían ningún fin militar, a cambio del levantamiento de una parte de las sanciones económicas internacionales que asfixiaban su economía. Teherán anunció, sin embargo, este domingo que está listo para volver a cumplir plenamente sus compromisos internacionales, en caso de que Washington modifique sus políticas. La carta de retirada por error Al mismo tiempo, una carta oficial de Estados Unidos en la que se informaba que las tropas estadounidenses comenzarían a retirarse de Irak, fue otro de los sucesos que confundió al mundo.  "Fue un proyecto (de carta) sin firmar", enviado a algunos líderes militares iraquíes porque los movimientos de tropas estadounidenses en Irak han aumentado en los últimos días, pero nunca debería haber sido enviada", dijo el jefe del Estado Mayor, el general Mark Milley. "Fue un error cometido de buena fe". Ante las versiones de algunos medios de comunicación que interpretaron la misiva como un anuncio de repliegue de las tropas, el secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper, también descartó esa posibilidad. "No hay ninguna decisión de abandonar Irak", afirmó.  De hecho, está previsto que hasta 3.500 soldados viajen en los próximos días a Kuwait, una de las sedes del Mando Central de las Fuerzas Armadas de EEUU (Centcom), donde se coordinan las operaciones militares en Irak y Afganistán.  La semana pasada, el Gobierno estadounidense ya envió 750 soldados a Oriente Medio en respuesta al asalto de la embajada de Estados Unidos en Bagdad.  Respuesta a las amenazas Las advertencias de Trump también fueron contestadas. "No amenace nunca a la nación iraní", escribió en Twitter el presidente iraní, Hasan Rohani, en respuesta a las declaraciones belicistas del presidente estadounidense, Donald Trump, que el sábado dijo que podría atacar 52 objetivos en la República Islámica. "Quienes hacen referencia al número 52 deberían recordar también el número 290. #IR655", tuiteó Rohani, en alusión a la tragedia del Airbus del vuelo Iran Air 655, abatido en julio de 1988 por un navío estadounidense en el Golfo, y que costó la vida a 290 personas. Más de 30 años después de los hechos, esta catástrofe, por la que Irán sigue esperando las disculpas oficiales de Estados Unidos, sigue atormentando la memoria colectiva iraní, como ocurre en Estados Unidos con la toma de rehenes, en 1979, en la embajada de Teherán, que hizo que 52 diplomáticos estuvieran cautivos durante 444 días. Trump advirtió a Teherán que Estados Unidos había identificado 52 lugares en Irán y que los atacaría "muy pronto y muy duro", si la República Islámica agrede a personal u objetivos estadounidenses.*Con información de AFP