La tensión política y social que sacude a Perú, desde los últimos meses, continúa en el radar internacional en medio de un gobierno que pide el cese de la violencia, pero que a su vez ha sido acusado de reprimir manifestaciones.
Este viernes, el Congreso dio luz verde para que se acuse al exmandatario Pedro Castillo por varios delitos como el presunto liderazgo de una organización criminal y corrupción.
Esa iniciativa salió adelante en el Legislativo con 59 votos a favor, 23 en contra y tres abstenciones. Luego de un intenso debate se abrió paso para que la fiscal general, Patricia Benavides, continúe con el proceso y formalización de la investigación contra el exmandatario, quien ya cumplió dos meses detenido.
La situación de Perú ha traspasado fronteras y ‘permeado’ al mandatario de los colombianos, Gustavo Petro, quien esta semana fue declarado como persona non grata en ese territorio. Esto a razón de haber dicho que “en el Perú marchan como nazis contra su propio pueblo, rompiendo la Convención Americana de Derechos Humanos”.
La tensión sube de nivel
Después de sus palabras, la tensión entre el jefe de Estado y el país vecino ha aumentado, al punto que han salido voces a pedir la no ‘interferencia’ en la política nacional. En conversación con Blu Radio el congresista, Roberto Chiabra, rechazó la consideración de Gustavo Petro sobre la crisis que golpea a esa nación.
“Es lamentable, pero es una forma de decirle al presidente Petro que no puede estar permanentemente metiéndose con injerencias de nuestro país, y señalar que nuestra policía le hace recordar la policía nazi. Yo creo que se ha considerado como un insulto porque así lo hemos tomado en el Congreso”, expresó el legislador al medio mencionado.
Chiabra agregó que le parecía injusto “que los presidentes por ideología estén faltando a la verdad y no es justo que países como los nuestros, como Perú y Colombia (...) tengamos nosotros un presidente que genere esta separación política. (...) Es una pena, porque depende cómo funcione la cabeza de un gobierno, funciona todo el país”.
Detención de Castillo, precedente
Un día después de que Pedro Castillo fuera destituido cuando intentó disolver el Congreso (el 7 de diciembre de 2022), algunos mandatarios de la región como el mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se pronunciaron. En su momento, AMLO dijo que su país se ceñía a “la no intervención y la autodeterminación de los pueblos”, pero que lamentaba el ‘ambiente’ que llevó al peruano a ser apartado del cargo.
Por su parte, el mandatario colombiano Gustavo Petro manifestó que había sido una falla intentar usar la Constitución para disolver el Congreso, pero consideró que Castillo había sido “arrinconado desde el primer día”. “No logró la movilización del pueblo que lo eligió, se dejó llevar a un suicidio político y democrático”, dijo.
Sin embargo, en ese entonces agregó que “le corresponderá al pueblo del Perú, y a nadie más, resolver la crisis institucional planteada y la ausencia de una verdadera representación. Mi saludo y respeto al gran pueblo peruano, el de la sierra y el del desierto”.
A la fecha, Perú se encuentra sumida en una crisis de término incierto, que aumentó de nivel tras la salida del poder de Castillo con una ola de manifestaciones. Algunas de las movilizaciones han derivado en choques con las fuerzas de seguridad y dejado por lo menos 48 muertos.
En estas no solo se pide la renuncia de la presidenta, sino el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones generales. Desde la llegada al Ejecutivo de Dina Boluarte la diplomacia peruana ha mantenido varios desacuerdos con los gobiernos de México, Colombia, Argentina y Bolivia.