Este lunes, el Congreso de los Estados Unidos certificó oficialmente la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024, con un proceso que se desarrolló sin violencia ni altercados, un contraste marcado con los disturbios ocurridos el 6 de enero de 2021, cuando una turba asaltó el Capitolio.
Un día sin disturbios, pero con el recuerdo del 6 de enero
El proceso de certificación de los resultados electorales se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad y en medio de una tormenta de nieve. Mientras los legisladores se reunían, la presencia de altas vallas negras alrededor del Capitolio servía como un sombrío recordatorio de los eventos ocurridos hace cuatro años.
En aquel entonces, un Trump derrotado había incitado a sus seguidores a “luchar como el infierno”, lo que desembocó en el ataque más atroz contra la sede de la democracia estadounidense en dos siglos.
A diferencia de esa jornada, este 6 de enero fue pacífico. La vicepresidenta Kamala Harris, quien presidió los procedimientos, leyó en voz alta el recuento de los resultados. Los aplausos resonaron en el Congreso: primero de los republicanos, celebrando la victoria de Trump, y luego de los demócratas, que aplaudieron a Harris.
Trump se prepara para regresar al poder con una renovada autoridad
En su cuenta en línea, Trump celebró la certificación de su victoria como “un gran momento en la historia”. Este regreso al poder, luego de haber intentado anular los resultados de las elecciones anteriores, no es un hecho menor.
El presidente electo se prepara para asumir el cargo en dos semanas con un renovado sentido de autoridad. Entre sus promesas, destaca la posibilidad de indultar a algunos de los acusados por el asedio al Capitolio, aunque su regreso no está exento de controversia.
Trump ha afirmado que no perdió las elecciones de hace cuatro años y ha mencionado la posibilidad de permanecer en el cargo más allá del límite de dos mandatos establecido por la Constitución.
Este regreso genera dudas sobre el futuro de la democracia estadounidense, pues expertos como Ian Bassin, director de Protect Democracy, advierten que el regreso de un líder que ha mostrado su falta de voluntad para abandonar el poder es “un movimiento peligroso y sin precedentes”.
La resiliencia de la democracia estadounidense
A pesar de las tensiones políticas y culturales que atraviesa Estados Unidos, la democracia estadounidense ha demostrado ser resiliente. El Congreso, en un acto de unidad, afirmó la decisión colectiva de los votantes estadounidenses.
En un proceso que siguió las pautas tradicionales, los senadores y representantes certificaron los resultados sin incidentes, un contraste absoluto con la violencia que marcó el asalto al Capitolio en 2021.
El día transcurrió con el ceremonial habitual: las cajas de caoba que contenían los certificados electorales de los estados fueron entregadas y leídas, en un recordatorio de la transferencia pacífica del poder.
La vicepresidenta Harris, al igual que lo hicieron Al Gore en 2001 y Richard Nixon en 1961, certificó la derrota de su propio partido, en un acto que reafirmó la estabilidad democrática del país.
Sin embargo, los recuerdos del 6 de enero siguen presentes. Ese día, el Capitolio fue invadido por una turba de seguidores de Trump, con escenas que recordaban una zona de guerra. Los disturbios de ese día, que involucraron a milicias de extrema derecha como los Oath Keepers y los Proud Boys, dejaron una marca indeleble en la historia de Estados Unidos.
El futuro político de Estados Unidos
Con la victoria de Trump certificada, la atención se dirige hacia los próximos pasos en su administración. El expresidente ha sido objeto de múltiples investigaciones y acusaciones, incluidas las relacionadas con su intento de anular los resultados de las elecciones de 2020. No obstante, el Departamento de Justicia ha decidido no procesarlo tras su victoria en 2024.
Por su parte, el presidente saliente, Joe Biden, expresó su esperanza de que Estados Unidos haya superado los momentos más oscuros de su democracia. En sus palabras, la transferencia del poder “es lo que nos hace un país”, y reiteró que las acciones de Trump en 2020 fueron “una amenaza real para la democracia”.
*Con información de AP.