Este martes el Congreso peruano postergó nuevamente la sesión para decidir sobre un adelanto de las elecciones para este año 2023, justo hoy cuando centenares se reúnen en las calles del centro de Lima, para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
La sesión quedó suspendida “para mañana, 1 de febrero, a las 11:00 a.m” según anunció la cuenta parlamentaria en Twitter, que desde el viernes intenta sacar un acuerdo para anticipar las elecciones a este año, a pedido de la presidenta Boluarte.
El parlamento peruano se encuentra fraccionado, en más de diez fuerzas políticas, además de varios congresistas independientes. Por el momento las elecciones serán adelantadas para abril de 2024, pero las protestas de la gente en la calle exigen que sea este año y a la mayor brevedad.
Varias bancadas de izquierda quieren que se incluya en ese proyecto de ley un referéndum sobre una Asamblea Constituyente.
“La crisis en Perú se debe al modelo neoliberal que ha fracasado (...) lo que tiene que ir acompañado de este adelanto de elecciones, es la consulta popular para una Asamblea Constituyente”, dice el congresista Edgar Tello, del izquierdista Bloque Magisterial.
“Así prospere el adelanto de elecciones, el pedido del pueblo es único: la renuncia de la señora Dina Boluarte. ¿Qué solucionamos con adelanto de elecciones si el pueblo no quiere saber nada de Dina Boluarte?”, dijo según AFP, un estudiante de Puno, al sur del país, Nelson Calderón, de 30 años.
Una marcha con el nombre de la presidenta
“La gran marcha en Lima, Dina renuncia ya”, fue convocada por fuerzas sindicales, gremiales y campesinas también en varias ciudades, como Arequipa y Juliaca, en la región de Puno, fronteriza con Bolivia, dos ciudades donde se han vivido las más fuertes protestas desde el inicio de las manifestaciones.
Las protestas iniciaron tras la destitución y posterior arresto del expresidente Pedro Castillo. Castillo intentó llevar a cabo un golpe de Estado, al pedir la disolución del Congreso.
En Cusco los mismos manifestantes le pidieron a los comerciantes solidarizarse con el paro del martes cerrando sus negocios. “Si los petitorios (peticiones) no se dan, los pueblos del sur van a seguir levantándose”, advirtió el dirigente de Urubamba, en Cusco, Fredy Gonzáles, a la radio Exitosa.
La presidenta Dina Boluarte, quien fue encargada por el Congreso tras la destitución de Castillo, ha reconocido que la tensión social sigue en aumento, con bloqueos que han generado escasez de productos básicos y combustible en regiones, y con al menos 48 personas muertas desde diciembre.
“Consternada” por la violencia en Perú, la OEA llamó el lunes al gobierno a celebrar “pronto” elecciones bajo observación internacional.
Acciones militares contundentes
Los militares que el lunes despejaron un tramo de la ruta Panamericana Sur, en la región de Ica, a 250 km de Lima, se mantenían el martes resguardando la zona para evitar nuevos bloqueos en este punto estratégico.
En ciudades del interior, sobre todo en los Andes y la selva peruana, hay desabastecimiento, particularmente de gas licuado de uso doméstico.
“Tenemos que volver a retroceder en el tiempo y cocinar con leña y carbón, lo cual es difícil, lastima los pulmones”, lamentó, según el testimonio que recoge la AFP, la ama de casa Gabriela Álvarez, de 33 años, quien vive a 15 kilómetros de la ciudad del Cusco.
En la ciudad de Juliaca, seis chamanes pronosticaron que Boluarte renunciará en los próximos días.
“Durante esta semana Dina va a renunciar por tantos muertos que habido en el Perú”, dijo uno de los curanderos que arrojaron un puñado de hojas de coca al suelo para realizar el pronóstico.
“Si o si renuncia, vamos hacer un brujeada con una soplada para que de una vez se aleje. Hermanos lo que pedimos es que renuncie Dina”, indicó el chamán a la radio La Decana de Juliaca.
Con información de AFP