La matanza de varios miembros de una misma familia en Brasilia, algunos encontrados carbonizados, se volvió aún más misteriosa con el hallazgo de tres nuevos cadáveres que elevaron el total a diez, en un caso que conmociona a la capital del ‘gigante suramericano’. Los cuerpos, “dos de sexo femenino y uno masculino”, fueron encontrados en la madrugada de este martes (24 de enero) en una “fosa” en Planaltina, en el Distrito Federal, informó la policía civil en un comunicado.
El hallazgo eleva a diez el total de muertes presuntamente relacionadas con la matanza de la familia: el mismo número de personas inicialmente reportadas como desaparecidas. Una de las dos mujeres encontradas recientemente es una adolescente, indicaron medios locales.
Según detalló la policía, un hombre fue identificado la jornada anterior como el esposo de la mujer y padre de los tres niños de entre seis y siete años, cuyos restos fueron descubiertos la semana pasada, carbonizados, en un vehículo propiedad de la familia, en los vecinos estados de Goiás y Minas Gerais.
El misterio que rodea el caso
Otros tres cuerpos que aparecieron la semana han sido relacionados con estos hechos: dos quemados en otro vehículo, y otro enterrado y, aparentemente, descuartizado en una vivienda ubicada en Planaltina donde los investigadores creen que algunos de los desaparecidos estuvieron en cautiverio. De los 10 cuerpos, seis han sido plenamente identificados hasta el momento.
Por el misterioso caso, tres hombres han sido detenidos bajo sospecha de tener alguna participación en los crímenes, mientras que otro sigue prófugo. La policía había recibido inicialmente la denuncia de la desaparición de ocho personas.
Tras el hallazgo de los seis cadáveres carbonizados, la investigación apuntó inicialmente, con base en el testimonio de uno de los detenidos, al padre y abuelo paterno de los niños como presuntos responsables.
Según la policía, “la finalidad era robar objetos de valor de las víctimas”. Los supuestos asesinos “habrían recibido 100.000 reales (unos 19.000 dólares) por la práctica criminal”.
California llora a sus muertos
En menos de tres días, dos tiroteos dejaron al menos 18 muertos en California. El sábado fue en un salón de baile en los suburbios de Los Ángeles y el lunes en una granja cerca de San Francisco. Ambos tuvieron en común el origen asiático de la mayoría de las víctimas y los dos autores.
Después de expresar su indignación y ordenar que las banderas estuvieran a media asta el domingo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió la aprobación “rápida” de un proyecto de ley que endurezca el acceso a los rifles de asalto.
“El azote de la violencia armada en Estados Unidos exige una acción más contundente”, dijo el mandatario. Por su parte, al visitar Monterey Park el lunes, el gobernador de California, Gavin Newsom, criticó la proliferación incontrolable de armas de fuego en Estados Unidos.
“Es una vergüenza”, criticó el demócrata. “Deberíamos hacerlo mejor que esto, deberíamos liderar el mundo, no solo responder a estas innumerables crisis y decir, una y otra vez, esas malditas oraciones y condolencias”. “Estoy en el hospital reuniéndome con las víctimas de un tiroteo masivo cuando me apartan para informarme de otro tiroteo. Esta vez en Half Moon Bay. Tragedia tras tragedia”, se lamentó Newsom en Twitter.
El asesinato del lunes en Half Moon Bay, a poco más de 40 kilómetros de San Francisco, tuvo lugar en dos granjas. Las siete víctimas son trabajadores agrícolas chinos y una octava persona resultó gravemente herida, según los medios estadounidenses.
El sospechoso, un individuo de 67 años llamado Chunli Zhao, fue puesto bajo custodia, dijo el alguacil del condado de San Mateo, Christina Corpus, quien agregó que se había encontrado una pistola semiautomática en su vehículo.
*Con información de AFP.