Uno de los animales más sociables de los que se tiene registro es el chigüiro, un roedor de gran tamaño que habita principalmente en las extensas llanuras de América del Sur, ha sido tendencia durante los últimos años por su comportamiento en el reino animal, ya que se ha evidenciado que es una especie no invasora la cual se lleva muy bien con otros animales en distintos ecosistemas.

Una de las pruebas que sostienen la capacidad de sociabilidad de los chigüiros es la que se presenta en el zoológico de Negará, en Ampang, Malasia, en donde el lugar que se ha dispuesto para los también llamados capibaras ha sido hogar de un gato llamado Oyen, el cual fue aceptado por el grupo de roedores presuntamente desde inicios de la pandemia de covid-19 en 2020.

Oyen es un gato de color naranja, el cual se ‘entrometió' en la familia de los chigüiros desde hace más de tres años, a quien se le ve jugar, correr y convivir con los capibaras de manera muy natural y sin problema alguno. De acuerdo con los medios locales, se ha conocido que la gerencia del zoológico pensó que el felino se iba a retirar de un día para otro, pero al no ser así lo acogieron en el lugar y establecieron su guarida en el corral de los chigüiros.

Un felino entre roedores

Como el “felino capibara” ha sido apodado Oyen en el zoológico a quien la comunidad y los trabajadores del lugar han cuidado desde el momento, el que fue adoptado por la camada de capibaras. Las personas que visitan el lugar se encuentran con un letrero que avisa que el gato convive con los roedores, esto con el fin de que los turistas no se alarmen frente a la inusual convivencia entre las dos especies.

Según el medio local Bernama, los cuidadores del zoológico han expresado que a Oyen inicialmente se le veía deambulando por los pasillos de la reserva antes de la pandemia, buscando comida, no obstante, con la soledad que se apoderó de lugar en medio de las cuarentenas, el gato ingresó a la guarida de los chigüiros y allí ha permanecido hasta la actualidad.

El gato llegó al corral de los chigüiros en medio de la emergencia sanitaria por covid-19. | Foto: Captura de pantalla / Twitter / @poacheese

Oyen no presentaba ninguna placa ni collar, expresaron los cuidadores al medio citado, por lo que el origen del gato sigue siendo un misterio, aun así ninguna persona se ha acercado para reclamarlo a pesar de las numerosas fotografías y videos que se han captado del animal en medio de los capibaras.

Para Mohd Taufik, servidor del zoológico en entrevista con el periódico BFM News, relató que Oyen se convirtió inmediatamente en amigo de los chigüiros tan pronto llegó al corral, aun así monitorean los espacios en los que el gato acostumbra a estar para que no se convierta en un individuo invasor de la fauna que maneja el zoológico.

“La mayoría de los visitantes solo vienen para tomarle fotos al felino con los capibaras, pero no siempre tienen suerte, pues solo se deja ver en la hora de la comida”, explicó el cuidador, enfatizando que el animal llama constantemente la atención de las personas y turistas que visitan diariamente el lugar.

La gerencia del zoológico de Negará ha explicado que el nombre Oyen se debe a que en malasio significa “naranja” haciendo alusión a su llamativo color anaranjado en el pelaje.

La convivencia que tiene este gato junto con los chigüiros se sigue tomando las redes sociales tres años después de que se conociera este tipo de fraternidad entre estas dos especies de animales, las cuales, a pesar de ser muy distintas, promueven la sana convivencia que en varias ocasiones se ve por parte de otros especímenes.