El Consejo de Seguridad de la ONU convocó una reunión de emergencia este 4 de marzo a pedido de Gran Bretaña para examinar las consecuencias del ataque ruso a la central nuclear más grande de Ucrania, indicaron fuentes diplomáticas.

La sesión, solicitada además por Estados Unidos, Francia, Noruega, Irlanda y Albania, fue convocada a pedido del primer ministro británico Boris Johnson, precisaron diplomáticos a la AFP. El presidente estadounidense Joe Biden había exhortado horas antes a Rusia a “cesar las actividades militares en la zona” de la central nuclear.

Situada en el sur de Ucrania, Zaporiyia es la central nuclear más grande de Europa y fue alcanzada por disparos de la artillería rusa, según los ucranianos. Instalaciones anexas a la central fueron afectadas por un incendio, incrementando aún más la preocupación de los occidentales frente a la ofensiva rusa en Ucrania.

Este 4 de marzo, las fuerzas armadas rusas tomaron el control de la central nuclear. El operador ucraniano de la misma precisó luego que el incendio, que había afectado a un laboratorio y un local destinado a la formación, había sido extinguido y que no se había registrado escape radioactivo alguno.

La Fiscalía de Ucrania investiga el “ataque terrorista”

La Fiscalía de Ucrania anunció la apertura de una investigación en torno al asalto de la central nuclear tomada por las fuerzas rusas, en el marco de la Ley Antiterrorista, después de que las autoridades ucranianas confirmaran la muerte de tres personas durante la toma del control de las instalaciones por parte del Ejército de Rusia.

El organismo resaltó en un comunicado publicado en su web que “el ataque por parte del enemigo ha causado un incendio y la amenaza de una explosión nuclear que habría derivado en una catástrofe ambiental a nivel global”, al tiempo que ha manifestado que la investigación será también por ecocidio.

“Según las Convenciones de Ginebra, las instalaciones y estructuras que contienen fuerzas peligrosas, principalmente presas y centrales nucleares, no deben ser atacadas”, recordó, antes de incidir en que “el agresor no evita bombardear edificios gubernamentales, escuelas, guarderías, hospitales y objetivos de alto riesgo de forma casi diaria”.

Se señaló que las tropas rusas tomaron al inicio de su ofensiva la central de Chernóbil y denunciaron que “detienen de forma ilegal” a su personal. “Debido al movimiento de equipamiento pesado por parte del enemigo, la primera capa en zonas afectadas por la contaminación radiactiva tras el desastre de Chernóbil se ha visto dañada, con polvo radiactivo ascendiendo al ambiente”, aseguraron.

La Fiscalía anunció que, por ello, los niveles de radiación en la zona de exclusión “han aumentado entre 4,6 y 15,7 veces comparados a la media”. “El enemigo lanza cohetes contra las cabezas de nuestros hijos, les arrebata la vida, nos deja sin techo, agua, calefacción y luz y al mismo tiempo intenta envenenarnos y causar catástrofes ambientales”, aseveró.

La Inspección Nacional de Regulación Nuclear de Ucrania confirmó a primera hora del viernes la toma de Zaporiyia y agregó que “el personal sigue en sus puestos de trabajo, con personal operativo supervisando el estado de las unidades de generación y garantizando que operan en línea con los requisitos de procedimiento para unas operaciones seguras”.

Tras ello, el Gobierno de Rusia recalcó que las operaciones en la central, la más grande de Europa, continúan con normalidad y acusó a “saboteadores” ucranianos del incendio registrado en las instalaciones, achacado a un ataque con proyectiles por parte del Ejército ruso.

*Con información de AFP y Europa Press.

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