Este martes, Carlos Ruiz Massieu, jefe la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, presenta el informe trimestral acerca de la implementación del proceso de paz con las Farc al Consejo de Seguridad de la ONU, todo en medio de una dura crisis de seguridad que azota a las regiones en los últimos meses y que ha tenido como uno de sus principales protagonistas a las disidencias del mencionado grupo armado.
El documento destaca cómo las regiones más afectadas por el recrudecimiento del conflicto fueron la del Pacífico, el noroeste y parte de la frontera con Venezuela, Putumayo, Caquetá, sur de Bolívar y La Guajira. Como ejemplo de esto, están las cifras de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que reportan en lo corrido del año más de 137.200 ciudadanos desplazados forzadamente y 94.700 personas confinadas en sus hogares por la situación de seguridad.
Dicho texto critica abiertamente la dura situación humanitaria por cuenta de la degradación de la situación de orden público en al menos 13 departamentos del país, donde los grupos violentos se han fortalecido en el último periodo que abarca el documento, del 27 de junio al 26 de septiembre. Aunque también señalan que se han hecho esfuerzos para la búsqueda de la paz.
La revelación del informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU llega apenas unos días después de que el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, se refiriera a la situación de orden público en Colombia y los grandes retos que aún se tienen con la implementación del acuerdo de paz con las Farc.
“Es imperativo realizar esfuerzos sostenidos para proteger a excombatientes y líderes sociales y para combatir la impunidad en relación con las múltiples amenazas y ataques de que son objeto”, aseguró en un comunicado el líder de la organización internacional con relación a los nueve asesinatos de excombatientes y ocho tentativas de homicidio en el último periodo, uno de los rubros que más ha disminuido en los últimos meses.
“Si bien reconozco el importante trabajo realizado y la magnitud de algunos de estos desafíos, hago un llamado a todos los involucrados para que redoblen sus esfuerzos y mantengan su enfoque en el objetivo general: alcanzar la paz por el bien de los millones de colombianos y colombianas, especialmente de comunidades indígenas y afrocolombianas, que aún se ven afectados en su vida cotidiana por el flagelo de la violencia”, dijo el secretario general.
Guterres también destacó las políticas para la reincorporación a la vida civil de los excombatientes, pidiendo que estas tienen que tener un mayor avance en el país a futuro. “Estas medidas complementarias deberían impulsar y contribuir a la sostenibilidad de la reincorporación social, económica y política de los excombatientes y las excombatientes, en particular de aquellos que participan en procesos colectivos”, manifestó.
“Históricamente, las aproximaciones parciales no han logrado prevenir o detener la violencia sin una presencia consolidada del Estado. A pesar de los considerables desafíos que esto implica, una estrategia holística para implementar el Acuerdo Final y abordar la violencia persistente sigue siendo una necesidad absoluta”, concluyó acerca de la situación en Colombia, pidiendo un enfoque integral de parte del Gobierno.
Finalmente, el secretario general de la ONU se manifestó sobre la situación con el ELN, pidiendo un mayor compromiso entre ambas partes. “El Gobierno y el ELN, restablezcan lo antes posible su cese al fuego bilateral, con un mecanismo de monitoreo y verificación suficientemente robusto, y garanticen que su alcance sea lo suficientemente amplio como para tener un impacto positivo en la seguridad de las comunidades afectadas por el conflicto”, dicen las declaraciones de Guterres dadas a conocer por la ONU.