Se trata de la primera investigación formal contra una plataforma digital al amparo de la Ley de Servicios Digitales (DSA, en inglés), adoptada en agosto y que regula las operaciones de los gigantes digitales en la Unión Europea (UE).
“La apertura de una investigación formal contra X muestra que se acabaron los días en que las grandes plataformas en línea se comportaban como si fueran demasiado grandes para preocuparse por las normas”, afirmó el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, responsable de los temas digitales.
“Lanzaremos una investigación en profundidad sobre el cumplimiento por parte de X de las obligaciones de la DSA con respecto a la lucha contra la difusión y amplificación de contenidos ilegales y la desinformación en la UE”, agregó. La Comisión, el brazo ejecutivo del bloque, había abierto una investigación preliminar el 12 de octubre, cinco días después del ataque de milicianos de Hamás en Israel, por presunta difusión de “contenido ilícito” e “incitación al odio”.
Como parte de esa investigación preliminar, en una primera etapa la Comisión solicitó información para verificar si la plataforma X implementaba las obligaciones que establece la DSA. La respuesta de la red social y su “informe de transparencia”, publicado a principios de noviembre sobre su método de moderación de contenidos, no convencieron al Ejecutivo europeo, que decidió abrir una investigación formal.
Alarmante discurso de odio
La DSA contempla multas que pueden alcanzar el 6% del volumen de negocio mundial de la empresa acusada y, en el caso de que se comprueben infracciones graves y prolongadas, se puede incluso declarar la prohibición de operar en el espacio de la UE.
La Comisión informó este lunes que tras la apertura de esta investigación formal, va a continuar reuniendo “pruebas” y que va a pedir más información a X, incluyendo entrevistas o inspecciones. La apertura de este proceso permite que la Comisión tome medidas para obligar a X a cumplir las normas o que acepte soluciones propuestas por la red social para resolver los problemas señalados. La investigación abierta contra X no estipula ningún plazo.
También al amparo de la DSA y por la misma razón, la Comisión ya inició investigaciones preliminares sobre TikTok, YouTube y Facebook. El ataque de Hamás del 7 de octubre provocó la muerte de unas 1.140 personas en Israel, la mayoría de ellas civiles. Además, el grupo islamista palestino tomó unos 240 rehenes, de acuerdo con autoridades israelíes.
Israel respondió con intensos bombardeos en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, y gran parte de ese territorio fue reducido a escombros. El Ministerio de Salud del gobierno de Hamás informó que hasta hora más de 18.800 palestinos (alrededor del 70% de ellos mujeres, niños y adolescentes) han muerto a causa de esos bombardeos.
En las horas y días subsiguientes al ataque perpetrado por Hamás, las principales plataformas de redes sociales experimentaron una inundación de videos y fotografías que exponían la cruda realidad de las víctimas afectadas por el conflicto. La magnitud del sufrimiento se hizo evidente a través de estos testimonios visuales, suscitando una respuesta internacional y generando un debate sobre la necesidad de abordar las causas subyacentes de tales conflictos.
El impacto de las imágenes trascendió las fronteras físicas y llegó a los espacios digitales, amplificando la conciencia global sobre la urgencia de encontrar soluciones sostenibles para poner fin a la violencia y promover la paz en la región. Sin embargo, esta difusión masiva de contenido también desató una nueva dimensión de preocupación en relación con la desinformación y el discurso de odio en las plataformas en línea.
*Con información de AFP.