Los reclusos de una cárcel de Guayaquil dispararon contra policías este sábado en la misma cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil, donde el martes hubo un motín que dejó al menos 118 muertos, contando a seis decapitados, según informó la Policía.

El hecho sucedió en la misma penitenciaría de Guayaquil donde el martes se desataron enfrentamientos a bala entre bandas rivales con nexos con el narcotráfico internacional, que se disputan el poder, con saldo de 118 muertos y 86 heridos, en lo que significa una de las peores masacres carcelarias en la historia de América Latina.

“Durante la intervención de @PoliciaEcuador, en el #CPLGuayas No. 1, fueron recibidos con disparos por las PPL (personas privadas de la libertad)”, reportó la institución a través de su cuenta en Twitter, sin precisar si se registraron nuevas víctimas. La Policía agregó que “de inmediato neutralizamos esta acción” y que “al momento se mantiene el control y el orden en el centro carcelario”.

Minutos después de que se presentaran los hechos, la institución policial dio a conocer que decomisó armas de fuego, dos fusiles y tres pistolas, municiones, celulares y otros indicios.

Por su parte, la Comisión de Tránsito de Ecuador informó que cerraron el kilómetros 15 de la vía a Daule, en donde está ubicada la cárcel, precisamente debido a la salida e ingreso de agentes de Policía de la cárcel.

El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) no se pronunció de inmediato y solo dio retuit a a los trinos de la Policía ecuatoriana.

No obstante, menos de un día antes compartió un boletín presentando el plan estratégico para los centros de privación de la libertad, después de los terribles hechos que ocurrieron a comienzos de esta semana.

Por una parte, en el comunicado dice que la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio de Salud Pública y el de Inclusión Económica y Social estaban trabajando de la mano para establecer una ruta de acción de acompañamiento a todas las familias de las 118 víctimas

Asimismo, que 3.600 agentes de la Policía y las Fuerzas Armadas se mantienen en las cárceles de Ecuador, para retomar el control y garantizar la seguridad en estos lugares. El equipo forense de criminalística de la Policía identificó a 41 de los fallecidos, mientras está a la espera de verificación de otros 77. Precisamente, el jueves les entregaron los cuerpos a 21 familias y el viernes a 20 más, para que tengan una sepultura digna.

La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, detalló que se tomaron decisiones inmediatas tras el motín de hace unos días, como separar las responsabilidades entre la Secretaría de Derechos Humanos y el SNAI, y la designación como representante del presidente Guillermo Lasso a Bernarda Ordóñez, secretaria de Derechos Humanos. La función de esa entidad será la encargada de dirigir las políticas públicas del Sistema de Rehabilitación Social.

“Una vez más, el Gobierno nacional reafirma su compromiso de precautelar el cumplimiento de los derechos humanos y la seguridad de todos los ecuatorianos”, sostuvo la funcionaria.

Bolívar Garzón, el director del SNAI, anunció una hoja de ruta para reestructurar el sistema carcelario del país, con el fin de garantizar el orden en su interior. El objetivo, entre otras cosas, también es evitar el tráfico de armas y disminuir el hacinamiento.

Paradójicamente, todo esto sucedió unas 24 horas antes de los ataques ocurridos en la mañana del sábado, sobre la cual la información es escasa todavía.

*Con información de la AFP.