El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha admitido que la contraofensiva lanzada en zonas del este del país sobre posiciones rusas avanza “más despacio de lo deseado”, pero ha advertido de que es necesaria la cautela porque “hay vidas en juego” y hay unos 200.000 kilómetros cuadrados de territorio plagados de minas.
“Algunas personas se piensan que esto es una película de Hollywood y esperan resultados inmediatos”, ha señalado Zelenski en una entrevista a la BBC, después de que las autoridades ucranianas hayan informado en los últimos días de la toma de varias localidades en las regiones de Donetsk y Zaporiyia, dos de los principales frentes de combate.
Así, “con el debido respeto”, ha pedido que se tengan en cuenta los ritmos marcados desde Kiev: “Avanzaremos en el campo de batalla de la manera que consideremos mejor”. Sí ha dejado claro, no obstante, que por ahora no habrá negociaciones con Rusia y que no está dispuesto a llegar a una especie de “conflicto congelado” entre los dos bandos, lo que implica seguir combatiendo hasta la victoria final.
Con relación al traslado de armas nucleares-tácticas rusas a Bielorrusia, Zelenski ha apuntado que no ve a su homólogo Vladimir Putin “listo” para apretar el botón, “porque teme por su vida”. Tampoco descarta que cumpla sus amenazas en un momento dado y recurra a este armamento, habida cuenta de que se trata de “una persona alejada de la realidad” y que ya “ha lanzado una guerra a gran escala contra su vecino”.
Zelenski ha agradecido también el apoyo de la comunidad internacional frente a declaraciones de Putin como en las que le tachó de “vergüenza para el pueblo judío”. “Creo que no entiende del todo sus propias palabras. Es como si fuese el segundo rey del antisemitismo después de Hitler”, ha añadido el mandatario ucraniano, que ha cuestionado que un presidente teóricamente “civilizado” pueda hablar en los términos que utiliza Putin.
Dura amenaza de Rusia a Ucrania, mientras acusa a la Otan de “querer pelear”
La semana pasada culminó con reuniones por separado entre los presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski, y Rusia, Vladimir Putin, con una delegación africana. La misión de esta última fue entregar su propuesta para el fin del conflicto por vías diplomáticas, aunque culminó sin mayores avances, como ocurrió con el enviado chino Li Hui.
Es así como los intentos de diálogo se mantienen en un punto muerto y, en su lugar, han tomado predominancia tanto las acusaciones mutuas como amenazas. En cuanto al escenario de un repliegue no es una posibilidad contemplada por ninguna de las partes en el corto plazo.
Las amenazas tomaron lugar nuevamente este martes, cuando Moscú hizo un llamado a sus adversarios si contemplaban atacar territorio ruso o la península de Crimea, anexionada por Putin en 2014 y ahora reclamada por Zelenski. Aliados del jefe del Kremlin aseguran que su país vecino prepara nuevas agresiones.
¿En qué se basa la amenaza?
“Según nuestras informaciones, los dirigentes de las fuerzas armadas ucranianas planean atacar el territorio de Rusia, incluida Crimea, con (sistemas estadounidenses) Himars y (misiles británicos) Storm Shadows”, aseguró el ministro de Defensa, Sergéi Shoigú. Su represalia, en caso de que eso suceda, estaría basada en atacar “centros de toma de decisiones” rivales.
Sin embargo, Moscú no hizo claridad de si su advertencia aludía a las instalaciones del mando militar, que ya asevera atacar, o a los centros de decisión política de Kiev. Desde que avanzó la invasión, el 24 de febrero de 2022, el Kremlin ha alertado sobre una agudización de la guerra si recibe ataques directos.
Durante los últimos meses se han incrementado las arremetidas con drones, así como las incursiones transfronterizas de hombres armados, denunciadas por Moscú. Cabe aclarar que Kiev no se atribuyó ninguna de esas acusaciones. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a la Otan de querer extender el conflicto en Europa del Este.
En su visita a Minsk (capital bielorrusa), Lavrov comentó que “por boca” del secretario general de la Otan, Jens Stolteberg, saben que los aliados de Kiev “están en contra de ‘congelar’, como dicen, el conflicto en Ucrania”.
“Así que quieren pelear (...). Bueno, déjenles pelear. Estamos listos para ello”, dijo el canciller quien ha mantenido un encuentro con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y sus homólogos de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (Otsc).