Luego de la tensión presentada la noche del martes -11 de julio- por el lanzamiento de un misil norcoreano sobre el mar de Japón, este miércoles Pyongyang confirmó y dio detalles sobre el cohete que utilizó y afirmó que se trata de una acción que también fue provocada por las acciones de Estados Unidos alrededor de la península.
Según informó Corea del Norte a través de la agencia ofical Kcna, se trató de la prueba de un “nuevo misil balístico intercontinental Hwaseongpo-18 (...) con el objetivo de reafirmar la confiabilidad técnica y la confiabilidad operativa del nuevo sistema de armas de misiles balísticos intercontinentales”.
En la misiva, se dejó claro que el líder norcoreano Kim Jong-un estuvo presente en el lanzamiento que logró una altitud máxima de 6.648,4 km, así como llegó a una distancia de 1.001,2 km en 4.491 segundos, aterrizando en el “Mar del Este de Corea”, haciendo referencia a la zona que mundialmente se conoce como limitante entre Japón y Corea del Sur.
Sin embargo, en lo informado por la agencia citada, Corea del Norte envió una fuerte amenaza para Estados Unidos y Corea del Sur, afirmando que el lanzamiento del misil intercontinental “demuestra la inquebrantable y abrumadora voluntad de responder y la realidad de la fuerza física para nuestros adversarios que están haciendo más claro el acuerdo de amenaza nuclear contra nuestro Estado. También es una fuerte advertencia de comportamiento para mostrar claramente al enemigo e imprimir claramente el peligro y la imprudencia de la elección militar contra la RPDC una vez más”.
La agencia hizo nuevamente referencia a la “Declaración de Washington”, una alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur, recordando, además, el reciente envío del submarino con capacidad nuclear a Seúl y la presunta incursión de aviones estadounidenses en territorio norcoreano, según indicó, con fines de espionaje.
“Esta imprudencia militar de los Estados Unidos es un acto de agresión que lleva la situación en la península de Corea a una situación de conflicto armado real mucho más allá de la constante disposición militar para atacar a un bando beligerante, y es un acto de agresión que tiene un efecto negativo irreversible. Impacto en la situación política y militar, y la estructura de seguridad en la región”, afirmó Kcna.
La respuesta de Estados Unidos
Estados Unidos expresó el miércoles que “condena enérgicamente” el último lanzamiento de un misil balístico de largo alcance por parte de Corea del Norte e instó a Pyongyang a poner fin a sus acciones desestabilizadoras y sentarse en una mesa de negociaciones.
“Este lanzamiento es una violación descarada de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, eleva innecesariamente las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región”, dijo en un comunicado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adam Hodge.
El Ejército surcoreano denunció que Corea del Norte disparó un misil balístico de largo alcance en trayectoria ascendente desde la zona de Pyongyang hacia las 10H00 locales (01H00 GMT), pocos días después de que el régimen comunista amenazara con derribar aviones espía estadounidenses que aseguró habían violado su espacio aéreo.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en uno de sus puntos más bajos de la historia, con la diplomacia estancada y el líder norcoreano, Kim Jong Un, pidiendo un mayor avance en el desarrollo de armas, incluidas las nucleares.
El último lanzamiento de prueba “demuestra que la RPDC (República Popular Democrática de Corea) sigue dando prioridad a sus programas ilegales de armas de destrucción masiva y misiles balísticos por encima del bienestar de su pueblo”, declaró Hodge.
“Instamos a todos los países a condenar estas violaciones y pedimos a la RPDC que se siente a la mesa para entablar negociaciones serias” sobre su programa armamentista, añadió el portavoz.
*Con información de AFP.