Con Vladimir Putin en Corea del Norte, tanto Moscú como Pyongyang esperan que sus conversaciones refuercen la relación entre ambos países, condenados al ostracismo en gran parte del mundo.
Las conversaciones probablemente resultarán en una serie de iniciativas tanto económicas como militares. Los analistas advierten que es probable que algunos de los acuerdos, sobre todo los relacionados con el intercambio de armas y tecnología avanzada de misiles y satélites, se mantengan en secreto.
Más allá de esos acuerdos, ambas partes ansían demostrar habilidad política. Kim Jong-un busca pulir su imagen como líder mundial importante y Putin quiere demostrar que Rusia aún tiene amigos, aliados y puede viajar al extranjero a pesar de las sanciones de la ONU y las órdenes de arresto emitidas en su contra por la Corte Penal Internacional, por el presunto secuestro de niños en Ucrania por parte de tropas rusas.
La “victoria” de Kim al recibir a Putin
“La lista de países dispuestos a recibir a Putin es más corta que nunca, pero para Kim Jong-un esta visita es una victoria”, dijo Leif-Eric Easley, profesor de estudios internacionales en la Universidad de Mujeres Ewha, en Corea del Sur.
“La cumbre no solo mejora el estatus de Corea del Norte entre los países que se oponen al orden internacional liderado por Estados Unidos, sino que también ayuda a reforzar la legitimidad interna de Kim”, afirmó.
“La visita de Putin es, en parte, para agradecer a Corea del Norte por actuar como un ‘arsenal para la autocracia’, en apoyo a su invasión ilegal de Ucrania”, añadió Easley.
Moscú y Pyongyang, contra la “doble moral” estadounidense
Ya antes de aterrizar en Pyongyang, Putin había anunciado la creación de nuevos sistemas para el comercio y pagos internacionales. Rusia fue excluida de las estructuras de cooperación internacional por Occidente por la guerra en Ucrania. De manera similar, Corea del Norte no ha podido acceder a servicios bancarios ni a otras instancias comerciales por sus programas de armas nucleares y misiles.
En un artículo publicado en el periódico Rodong Sinmun de Corea del Norte, este martes 18 de junio por la mañana, Putin dijo que la relación entre los dos países estaba “basada en los principios de igualdad, respeto mutuo y confianza”.
También expresó su agradecimiento a Corea del Norte por el apoyo de Pyongyang a la “operación militar especial” en Ucrania y añadió que Estados Unidos está “haciendo todo lo posible para imponer al mundo el llamado ‘orden basado en reglas’, que es esencialmente una dictadura neocolonial global basada en una ‘doble moral’”.
“Habilidades refinadas y la fuerte voluntad” de Putin
Yakov Zinberg, nacido en Rusia y profesor de relaciones internacionales de la Universidad Kokushikan de Japón, considera “amenazante” la visita de Putin a Pyongyang.
“Esta es una amenaza calculada contra la alianza de seguridad entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón en la región, y está diseñada para enviar el mensaje de que él no es solo fuerte ante la Otan en Europa, sino que también lo es en el Extremo Oriente”, dijo.
Zinberg cree que Kim se comprometerá a proporcionar a Rusia más artillería, además de millones de municiones, que los analistas creen ya han sido enviados al frente en Ucrania. A cambio, Putin seguirá ofreciendo apoyo tecnológico a los proyectos nucleares, de misiles y espaciales.
Lim Eun-jung, profesor asociado de estudios internacionales en la Universidad Nacional Kongju de Corea del Sur, añadió que Kim tomó la “decisión estratégica” de apoyar a Rusia desde el inicio de la invasión a Ucrania, en parte para reducir su dependencia de China y para obtener apoyo político en el escenario mundial.
Recursos naturales a cambio de trabajadores
También es probable que Putin acepte proporcionar recursos naturales, que anhela la economía norcoreana, incluidos el petróleo y el gas, y Kim acepte enviar más trabajadores a Rusia para compensar el déficit causado por el reclutamiento militar.
Kim, según Lim, podría estar aprovechando al máximo el acuerdo, pero los amigos de Kim en China podrían tener objeciones a que Corea del Norte se acerque a Rusia: “Esa es una gran preocupación para Seúl, Tokio y Washington, pero también para Pekín”, afirma Lim.
“El alineamiento de tales Estados es una amenaza al comercio y a la paz globales”, dijo el profesor Lim Eun-jung. Sin embargo, matizó, “estos Estados no comparten instituciones y valores de alianza duradera; solo están débilmente unidos por la resistencia a la aplicación de las leyes y normas internacionales”.
*De la DW.