Corea del Norte informó el viernes que cientos de familias sufrían una enfermedad intestinal no identificada, lo que aumentó la presión contra su frágil sistema sanitario, ya golpeado por la covid-19.
Pyongyang anunció su primer caso de nuevo coronavirus el mes pasado y activó el “sistema de prevención epidémica de emergencia máxima”. El propio líder Kim Jong-un se puso al frente de la respuesta del gobierno ante el brote de contagios.
Hasta la fecha, se han registrado más de 4,5 millones de casos de “fiebre” y 73 fallecidos, en una población de 25 millones de personas prácticamente sin vacunarse, según los datos publicados por los medios estatales.
A esto se suma ahora una nueva “epidemia entérica aguda” esta semana en la provincia de Hwanghae del Sur, informó la agencia oficial KCNA. Kim Jong-un instó a los responsables a “contener la epidemia lo antes posible”.
Ante esta alerta, Corea del Norte desplegó equipos médicos en la provincia Ryanggang, al noreste del país, así como en la provincia de Hwanghae del Sur, al sudoeste, con el objetivo de frenar una enfermedad intestinal contagiosa, cuyo brote fue anunciado el pasado 17 de junio.
La agencia de noticias KCNA ha informado este domingo de que las unidades de tratamiento y prevención del país han intensificado las medidas para vigilar las enfermedades intestinales que se han notificado en la región de Ryanggang.
“Los servicios provinciales de emergencia están esforzándose por analizar y solucionar las deficiencias durante el período de cuarentena”, explica KCNA.
Igualmente, en una señal que podría mostrar la gravedad de la situación, Kim Yo-jong, la poderosa hermana del líder norcoreano, formó parte de un grupo de altos funcionarios que participó en la donación de medicamentos para contener la situación.
Previamente, la agencia de noticias había informado que las autoridades están organizando el transporte de medicinas que se entregarán “a más de 800 hogares que sufren la epidemia aguda que se extiende en algunas partes de la provincia de Hwanghae del Sur”.
Según estos datos, al menos 1.600 personas padecerían estos trastornos intestinales.
Varias informaciones apuntaron a que podría tratarse de cólera o tifus.
Una tragedia anunciada: la gran crisis de la covid
Hace más de dos años que se inició la pandemia por la covid-19 y los países del mundo decidieron cerrar sus fronteras para permanecer confinados hasta que fuera más seguro salir a las calles.
El régimen totalitario de Kim Jong-un llevó esta estrategia al extremo y ahora sus ciudadanos pagan las consecuencias.
La nación asiática lleva cerca de dos años aislada del mundo más de lo usual, con el fin de evitar un brote de nuevo coronavirus que pusiera a sus ciudadanos en peligro. Al estar tan apartada del exterior nunca se contagiaron, y, por eso, el dictador del país decidió no vacunar a su población.
Sin embargo, las políticas que impulsó el régimen fracasaron a largo plazo. Mientras que el planeta está saliendo de las medidas de bioseguridad extremas, Corea del Norte tuvo que recurrir a ellas tras un brote de covid, que actualmente acumula más de tres millones de contagios y 56 muertos reconocidos, pero se sospecha que son muchos más.
Las normas impuestas por Pionyang fueron cuarentenas masivas a lo largo del país, además de desplegar al ejército para hacer frente a la crisis más grande que ha tenido la nación en su existencia.
Asimismo, determinó rechazar donaciones de vacunas de China y del mecanismo Covax, de la ONU.
Sin importar las razones de fondo, la covid encontró a una población totalmente vulnerable a los contagios, sin contar las gigantescas aglomeraciones ocurridas el 15 y 25 de abril en la capital para celebrar los días patrios. Por ende, se cree que dichas reuniones podrían ser la razón de fondo de un brote descontrolado del virus, que circula con libertad por el país.
Ahora vive una crisis sin precedentes, agudizada por la falta de suministros médicos y de medicamentos, que ha hecho que el régimen de Kim Jong-un trate a los infectados de ‘fiebre’, como llama a la covid, con té de jengibre o madreselva, bebidas de hojas de sauce y gárgaras con agua salada.
El sistema de salud en ese país es precario, y lejos de la capital de la nación, aún peor. En los sitios rurales, el servicio de sanidad es muy deficiente y de baja calidad, y, por eso mismo, se opta por remedios caseros bastante discutibles. Organismos internacionales, como la ONU y la OMS, le solicitaron a Corea del Norte que acepte las distintas ayudas ofrecidas para evitar más muertes.
*Con información de AFP Y Europa Press.