Iniciando 2022, Corea del Norte intensificó sus pruebas de misiles. Se han reportado siete en lo que va del año. La ultima prueba, realizada este domingo, fue el lanzamiento de un misil balístico de alcance intermedio (IRBM, por sus siglas en inglés) que podría llegar a cubrir todo el territorio de los Estados Unidos.
La velocidad de este misil supera casi 16 veces la del sonido, lo que hace de esta arma casi invencible. Además, agencias de seguridad de Corea del Norte publicaron imágenes, tomadas desde el misil, en las cuales se aprecia la esfera terrestre, mostrando el gran alcance de este tipo de armamento. Las pruebas preocupan a los países vecinos como Corea del Sur y Japón, y se suman a una serie de conflictos y tensiones geopolíticas que están afectando al mundo en estas últimas semanas.
A pesar de constantes sanciones impuestas por los Estados Unidos, y pese a un compromiso adquirido con el mismo país, Corea del Norte ha continuado las pruebas y denunciado medidas hostiles por parte de los Estados Unidos. Este último argumento es el esgrimido por las autoridades norcoreanas para justificar las pruebas, alegando su derecho a la seguridad.
Las pruebas con este tipo de misiles, debido al peligro de destrucción masiva que representan y por su largo alcance, se encuentran internacionalmente prohibidas. Esto es algo que el gobierno, liderado por Kim Jong-un, ha ignorado por completo.
Analistas de la cadena de noticias BBC afirman que todo se puede tratar de una estrategia por parte del Gobierno norcoreano, que se encuentra en medio de un escenario geopolítico que parece darle la espalda. Ante las crecientes tensiones entre Rusia y Estados Unidos en el este de Europa, el mundo parece ignorar lo que sucede con la potencia nuclear, que no ha dudado en amenazar a sus vecinos y a Occidente en un intento por poner la atención internacional sobre su país.
Así mismo, las pruebas podrían ser parte de una estrategia que tiene como objetivo desestabilizar a los Estados Unidos. El Gobierno norcoreano busca, en este sentido, obligar a los Estados Unidos a lidiar con tensiones diplomáticas en más de un frente a la vez, en tanto los esfuerzos militares y diplomáticos estadounidenses se encuentran concentrados en desescalar las tensiones en la frontera rusa con Ucrania.
Las pruebas
El 17 de enero y diez días después, el 27, Corea del Norte habría realizado las dos pruebas más significativas del año hasta la acontecida el día domingo. El día 17 se lanzaron dos misiles, entre los cuales se incluye un misil hipersónico que alcanzó una distancia de 300 km y una altura de 50 metros. El día 27 realizó pruebas de misiles de largo alcance en el mar de Japón. Los proyectiles se desplazaron 190 kilómetros a una altura de 20 km.
Las pruebas forman parte de un proyecto de renovación e innovación armamentística adelantado por el gobierno de Jong-un. Expertos de la Universidad Ewha de Seúl (Corea del Sur) le dijeron a la AFP que Corea del Norte había logrado renovar su arsenal, a pesar de los fuertes desafíos políticos y económicos generados por la pandemia.
No solo los bloqueos y sanciones de Estados Unidos han sido fundamentales en esta crisis, sino que el cierre hasta hace unas semanas de la frontera con China, debido a la covid-19, fue un fuerte golpe para el país. Casi todas las importaciones de Corea del Norte, especialmente en alimentos, provienen de China, lo que dejó al país sin suministros durante varios meses.
Las siete pruebas han abarcado todo tipo de misiles. Desde los hipersónicos iniciales hasta la prueba realizada el día domingo. Según afirma la BBC, este último sería una de las armas más poderosas del planeta. Esta se encuentra en manos de un líder que busca reconocimiento y visibilidad a medida que los conflictos geopolíticos se alejan de su esfera de influencia.