El anuncio es particularmente significativo pues Kim anunció en su mensaje de Año Nuevo que su país está ultimando detalles para probar un misil balístico intercontinental. El arma, que alcanzaría objetivos a 10.000 kilómetros de distancia, ya encendió las alarmas en Occidente. En un año decisivo para la política mundial, mantener los afanes armamentísticos de Kim Jong-un bajo control será una tarea de especial importancia para la comunidad internacional.