En medio de las opiniones divididas sobre la coyuntura sanitaria mundial por cuenta del coronavirus, este viernes, autoridades de Corea de Sur anunciaron que tras meses de cierre, volverán a habilitar la emisión de visas de ‘corta estancia’ para ciudadanos procedentes de China; uno de los países más afectados por la enfermedad en los últimos meses, y que es considerado como el país cuna de la enfermedad surgida hace tres años.
Con el anuncio conocido este viernes, Corea del Sur dio por terminada la restricción que impuso el pasado mes de enero a los viajeros chinos, en el marco de una normativa en la que también había fijado una serie de exigencias a los visitantes procedentes del gigante asiático, quienes debían practicarse entre otras, pruebas PCR para que fuere autorizada su visita.
Estas medidas, ahora revocadas por Corea del Sur, habían generado un ambiente de tensión entre los dos países, en tanto China lo veía como una práctica restrictiva y discriminatoria en contra de sus habitantes, más aún en momentos en que el mismo país ya había levantado las estrictas políticas de ‘cero tolerancia covid’.
No obstante, estas medidas por parte de Corea del Sur habían sido instauradas en medio del aumento de casos de contagio que se reportaron en China, precisamente en el marco de la liberalización de las medidas de control.
Durante la vigencia de las referidas medidas, según detallan medios internacionales, Corea del Sur había advertido que durante la semana pasada, el número de pasajeros contagiados, provenientes de China, había disminuido en un 1,4 %, cifra que contrasta con el 20 % que representó la imposición de las medidas.
Si bien Corea del Sur anunció que volvió a poner en operación las visas de corta estancia para turistas o viajeros chinos, también admitió que, como medida preventiva, dispuso que siga vigente la obligación de presentar el test PCR como medio de control para los viajeros.
En su momento, cuando en el mes de enero Corea había suspendido el visado de corta estancia para los ciudadanos chinos, este otro país respondió con una medida de ‘reciprocidad’, y dispuso la cancelación del visado de visitantes coreanos a su país.
A comienzo del mes de febrero, y luego de haber sufrido la más intensa ola de la enfermedad en lo corrido de los tres años de pandemia, las autoridades de China confirmaron que habían alcanzado la llamada inmunidad de rebaño, luego de que la tasa de contagio descendió en un 90 %, dando paso a anunciar que la pandemia está temporalmente bajo control.
Frente al particular, entre los días 20 y 26 de enero, el gigante asiático registró una cifra 6.364 decesos relacionados con la enfermedad, un dato que suponía la mitad del número de muertos detectados la semana anterior, tal y como ha indicado el CDC en un comunicado.
Así, las autoridades sanitarias de la ciudad de Pekín, la principal metrópoli de China, elevaron una voz para transmitir tranquilidad frente al tema, al afirmar que ese territorio logró la llamada ‘inmunidad de rebaño’.
En el anuncio, las autoridades sanitarias de Pekín también han advertido que la situación podría tener un carácter de ‘temporal’, pero da muestra de que el riesgo de la enfermedad va en tendencia a la baja, luego de semanas de tendencia al alza, derivados de la flexibilización de las medidas por parte de los miembros del Partido Comunista, en respuesta a la misma presión social.
Durante los picos más altos de la pandemia, vividos en las últimas semanas en China, el nivel de ocupación hospitalaria incluso reportó niveles más preocupantes que los vividos en el resto del mundo en 2020.
En ese momento, además de los espacios hospitalarios, la pandemia también refirió un reto para los escenarios funerarios, especialmente para los hornos crematorios de ciudades como Pekín.
No obstante, expertos han advertido que si bien las cifras mostraron alzas significativas de la enfermedad, la magnitud real de la ola vivida en 2022-2023, no es del todo cuantificable debido al tratamiento mismo con que el gobierno chino asumió la situación, pues algunos expertos han denunciado la existencia de subregistros.