Cuando faltan horas para que se lleve a cabo la ceremonia de coronación de Carlos III como monarca del Reino Unido, los bromistas hicieron de las suyas. Apareció un pene gigante tallado en el césped del Royal Crescent, lugar en donde se desarrollará una fiesta en honor a la coronación.
Los residentes de Bath, Inglaterra, no ocultaron su indignación al despertar este jueves (4 de mayo) con la desagradable imagen marcada sobre el extenso césped que solía caracterizarse por su perfección. Se sabe que la polémica figura fue realizada en horas de la noche.
El Royal Crescent es un histórico escenario que cuenta con un grupo de casas de lujo que datan del siglo XVIII, estas se encuentran ubicadas en forma de media luna.
Este será el lugar en donde este sábado se llevará a cabo una fiesta en honor al nuevo rey de Inglaterra, Carlos III. Mientras tanto los jardineros del antiguo escenario tendrán que hacer milagros para poder eliminar la figura antes de que lleguen los invitados.
Hasta el momento se desconoce si la policía piensa tomar cartas en el asunto con el fin de determinar quienes fueron los responsables de la broma.
Setenta años después de su madre, Carlos III será coronado este sábado (6 de mayo) en una ceremonia cargada de tradición y simbolismo, única en Europa, que reunirá a miles de admiradores en Londres, pero no estará exenta de protestas antimonárquicas.
Los invitados extranjeros, desde el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a los reyes Felipe VI y Letizia de España, pasando por la primera dama estadounidense Jill Biden, iban llegando a Londres donde el monarca dará este viernes (5 de mayo) por la tarde una recepción en su honor.
Fans de la realeza acampan desde hace días en el Mall, la larga avenida que conduce al Palacio de Buckingham, para asegurarse un lugar en primera fila desde donde ver el cortejo real.
“Es un momento histórico. Somos muy afortunados de vivir una coronación”, afirma Marie Scott, de 52 años, asegurando que ver los eventos reales en persona no es lo mismo que por televisión.
Otros, como Mimi Gill, una estadounidense de 43 años fan de la serie de Netflix The Crown, no solo disfrutarán siguiéndolo por la pequeña pantalla, sino que lo comentarán en directo en las redes sociales con “fans de todo el mundo”.
Miles de turistas desembarcarán en Londres esperando disfrutar de la celebración en sus calles, decoradas con banderas británicas y símbolos reales.
La ceremonia retomará elementos con siglos de historia, como las joyas de la corona, pero se verá modernizada con la participación de mujeres obispos, líderes religiosos de grupos minoritarios y una lista de invitados basada en la “meritocracia” en lugar de la “aristocracia”.
También tendrá su parte la temática ambiental, con un óleo de unción vegano y prendas ceremoniales recicladas.
Desinterés de los jóvenes
“Es un momento de enorme orgullo nacional”, afirmó el viernes el primer ministro británico, Rishi Sunak. “Es una expresión de nuestro carácter nacional y una oportunidad para mirar hacia el futuro”, agregó.
Pero si la coronación de Isabel II en 1953 fue seguida por 27 de los entonces 36 millones de británicos, esta despierta mucha menos expectación: 62% de encuestados afirmó no estar interesado, en un sondeo publicado por YouGov el jueves.
Otra encuesta del mismo gabinete indicó que un 25% de británicos preferiría un jefe de Estado electo, porcentaje que ascienden a 40% entre los jóvenes de 18 a 24 años.
Coronado a los 74 años, ocho meses después de la muerte de su madre, Carlos III tiene la misión de modernizar la institución.
Pero pese a su actitud cercana y cálida, su decisión de colaborar en la investigación sobre los lazos históricos de la monarquía con la esclavitud y su pasión de larga data por la ecología, le cuesta seducir a las nuevas generaciones.
*Con información de AFP.