En algunos países del mundo se siguen relajando las medidas restrictivas contra el coronavirus, alcanzando un nivel cercano a la normalidad gracias a la vacunación masiva en gran parte de la población, pero en otros se han tomado decisiones que indicarían que se está casi como al inicio de la pandemia.
Ese es el caso de Rusia. Autoridades de ese país notificaron este lunes por primera vez cerca de 38.000 casos diarios de coronavirus, en medio de un repunte durante las últimas semanas que ha llevado al país a cifras máximas de contagios y muertos, según los datos del centro operativo nacional para la lucha contra el coronavirus.
El organismo detalló que durante las últimas 24 horas se han confirmado 37.930 positivos y 1.069 fallecidos --cifra cercana al máximo histórico--, con lo que las cifras totales acumuladas ascienden a 8.279.573 y 231.669, respectivamente.
La capital, Moscú, figura un día más como la ciudad con más casos y decesos, con 7.778 y 83, respectivamente, mientras que San Petersburgo ha notificado 2.693 contagios y 65 finados. Por su parte, la provincia de Moscú ha confirmado 3.127 positivos, según la agencia rusa de noticias Sputnik.
El organismo indicó que 7.186.611 personas se han recuperado de la covid-19, incluidas 20.690 altas durante el último día, mientras que 1.867.569 siguen bajo observación como posibles casos de coronavirus, según los datos de la Oficina Nacional de Protección al Consumidor (Rospotrebnadzor).
Entretanto, hasta la fecha, cerca un tercio de la población rusa cuenta con la pauta completa, mientras que varios sondeos muestran que más de la mitad de los rusos no planean vacunarse, una situación que ha sido achacada por las autoridades como una de las causas de la propagación del virus.
¿Qué pasa en Rusia?
1. En gran medida, el nuevo pico se evidencia por personas que no han querido vacunarse. Lo que más llama la atención de los organismos sanitarios es que muchos de los casos que se han incrementado tanto de contagio como de fallecidos corresponden a personas que no se vacunaron.
Desde hace unos 20 meses, el doctor Evgueni Riabkov ve desfilar a los enfermos de covid-19 que mueren en su hospital de Moscú, enfrentada como toda Rusia a una nueva ola de la epidemia. En sus últimos instantes, muchos lamentan no haberse vacunado.
“Habitualmente buscan excusas, dicen que querían hacerlo mañana”, cuenta el médico a la AFP en una visita este miércoles a su unidad covid en el Instituto Sklifosovski, en el centro de la capital rusa. “Por desgracia, mañana es tarde”, agrega.
2. Gran parte de la población no ha entendido el riesgo e incluso muchos piensan que hay vacaciones gracias al decreto de semana no laboral que anunció el presidente Vladimir Putin.
Putin apoyó una iniciativa gubernamental con la que se declaran días no laborales desde el día 30 de octubre hasta el próximo 7 de noviembre. En este sentido, las regiones más afectadas podrán extender los días no laborales una semana más, desde el pasado sábado 23 de octubre.
De igual manera, las autoridades rusas indicaron que aumentarán las medidas de protección para evitar que se sigan extendiendo los contagios. En este sentido, se realizará una restricción del acceso a ciertos espacios para las personas no vacunadas, la introducción de dos días no laborales después de la inoculación o la transferencia de empleados mayores de 60 años al régimen de teletrabajo.
Sin embargo, las aerolíneas comentaron que tras el anuncio se evidenció un incremento de un 50 % de la demanda de vuelos, en su mayoría hacia destinos en el interior del país, por lo que desde el Kremlin se insistió en que la decisión no es para que las personas tomen un descanso fuera de su lugar de residencia.
3. Hay oposición frente a medidas de cierres o cuarentenas. La alcaldía de Moscú ordenó el cierre por11 días a partir del 28 de octubre de todos sus servicio no esenciales, en un intento por controlar la dramática ola de covid-19 que afecta a Rusia y provocó otro récord de muertos.
En los últimos días, el gobierno anunció sus primeras medidas concretas, como la aplicación del pasaporte sanitario o el refuerzo del teletrabajo.
Putin afirmó que él mismo se abstendrá de participar en reuniones de trabajo presenciales.
En Moscú, principal foco de la epidemia en el país, el alcalde, Serguei Sobianin, siguió los pasos del presidente y ordenó que la mayor parte de las empresas suspendan su actividad del 28 de octubre al 7 de noviembre.
Quedarán exentos de esta normativa los lugares de “venta de medicamentos, productos de alimentación y de primera necesidad”, según un mensaje publicado en su blog.
Sin embargo, los poderes públicos siguen rechazando imponer medidas de confinamiento o toques de queda, preocupados por no lastrar la frágil reactivación económica.
Con información de Europa Press y AFP.