Grecia es un país mediterráneo en el que, igual que España e Italia, sus ciudadanos disfrutan de estar en las calles y plazas aprovechando los días soleados, llenando bares y restaurantes. Sin embargo, si nos fijamos en las cifras que está dejando la actual pandemia de coronavirus, las diferencias entre los tres países son abrumadoras. España, Italia y Grecia comparten también una alta tasa de población mayor de 65 años, el sector más afectado por la actual epidemia. Ese grupo representa el 22 % de los habitantes de Italia, el 21 % en Grecia y el 19 % en España. Pero España e Italia son los dos países más afectados de Europa. En España había hasta el 12 de abril más de 166.000 contagiados confirmados y 16.972 muertos. En Italia, los contagiados reportados superaban los 152.400 y la cifra de muertos llegaba a 19.468. Estos datos contrastan con los de Grecia, que hasta ese día registraba poco más de 2.000 infectados y 98 muertos.

Tanto Italia como España (62 millones y 47 millones de habitantes, respectivamente) tienen una población mucho mayor que Grecia (10,7 millones), pero si atendemos la cifra de muertes por cada 100.000 habitantes, la tasa refleja aún más el contraste: 35,54 en España, 32,22 en Italia y 0,87 en Grecia. ¿Por qué esa diferencia entre países, a priori, tan parecidos? La clave parece estar en la rápida reacción de las autoridades griegas. Los expertos apuntan a que el legado de la crisis económica de la pasada década, que dejó muy mermado el sistema sanitario griego, tuvo mucho que ver, pues las autoridades, conscientes de ello, decidieron actuar de manera más rápida que sus vecinos. El beneficio del tiempo Grecia tomó medidas estrictas para detener la pandemia el 12 de marzo, un día después de que se reportara la primera muerte por coronavirus en el país. Las escuelas y universidades habían cerrado incluso antes de que se registrara la primera muerte.

Sitios arqueológicos y museos fueron cerrados. Foto: GETTY IMAGES-BBC "Afortunadamente para Grecia, el Gobierno decidió con suficiente antelación no solo escuchar a la comunidad científica y los datos disponibles, sino también involucrarlos e integrarlos en todo el plan de acción del Gobierno y las instituciones de gestión de crisis", le dijo a BBC Mundo Sotiris Serbos, investigador de la Fundación Helénica para la Política Exterior y Europea (Eliamep), un think tank griego. Serbos agrega que para el primer ministro Kyriakos Mitsotakis, "la principal prioridad fue salvar vidas y eso prevaleció sobre cualquier otra cosa, incluida la economía". El propio Mitsotakis explicó así sus acciones el pasado mes de marzo: "Nuestra prioridad es salvar vidas y la salud pública. Por ello hemos impuesto antes que otros países europeos medidas extraordinarias (...) para limitar la expansión del virus".

"Nuestras escuelas cerraron antes de que tuviéramos la primera víctima. En la mayoría de los países esto ocurrió una o incluso dos semanas después, cuando ya había decenas de víctimas", dijo el primer ministro. Los sitios arqueológicos, los museos, los cafés, los bares y los hoteles se cerraron gradualmente a partir del 12 de marzo, antes de que se impusiera una cuarentena total que, por el momento, se extenderá hasta el 27 de abril.

También se prohibieron los vuelos procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea, así como de Alemania, Italia y España.  Se espera que las medidas de aislamiento dejen a los griegos sin sus tradicionales festividades ortodoxas de Pascua el 19 de abril, la fiesta religiosa más popular del país.

Plaza Monastiraki, en el corazón de Atenas, luce completamente vacía estos días. Foto: GETTY IMAGES-BBC Resultados diferentes "La naturaleza de la enfermedad y la forma en que se transmite suponen que pequeñas diferencias en los primeros días de la epidemia pueden conducir a resultados muy diferentes", le dijo a BBC Mundo Filippos Filippidis, investigador y profesor de Salud Pública en el Imperial College de Londres. "Italia y España no controlaron adecuadamente el virus cuando se introdujo por primera vez en el país. Cuando se dieron cuenta de que tenían que tomar medidas, ya había muchos grupos en diferentes lugares y era muy difícil controlar la propagación". España adoptó medidas similares a las de Grecia el 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma, cuando en el país había más de 6.200 casos y 191 muertos. En el caso de Italia, las medidas de aislamiento se adoptaron primero en Lombardía, en el norte, y se extendieron a todo el país el 9 de marzo, cuando ya había 463 muertos por coronavirus en el país.

Filippidis, quien se licenció en medicina en Atenas, explica que por lo general toma alrededor de tres semanas o más desde la infección hasta la muerte, por lo que para el momento en que se registra la primera víctima fatal ya hay potencialmente cientos de casos. "Grecia tuvo el beneficio del tiempo, ya que el primer caso fue importado de Italia con cierto retraso y el país estaba listo, tanto operacional como mentalmente, para tomar medidas restrictivas agresivas y controlar la transmisión antes de que se saliera de control", agregó el experto. Algo similar ocurrió en Portugal. Pese a compartir una frontera de 1.200 kilómetros con España, el país registra 4,57 muertes por cada 100.000 habitantes. Al igual que Grecia, el coronavirus llegó a Portugal más tarde que a Italia y a España, y teniendo esos referentes, el país luso impuso medidas de prevención cuando el número de casos era muy bajo.